Poco le importaba a Rory McIlroy que el Valero Texas Open cumpliera este año su 85º aniversario en el PGA Tour. La segunda parada del Texas Swing no entraba en los planes del norirlandés como preparación al Masters de Augusta pero un comienzo de temporada diferente al esperado hizo que su calendario se modificara. De repente, los organizadores del torneo se encontraban con una feliz noticia cuando el número 1 del mundo hasta hace dos semanas decidió competir en el TPC de San Antonio buscando las sensaciones perdidas a finales de la temporada 2012. Sin embargo, parece que tras la primera jornada completada al par del campo (72), la joven estrella sigue con dificultades para evitar ciertos «errores tontos» a lo largo de la vuelta.
“Empecé bastante bien y de repente caí en esos errores tontos que ya he comentado estoy tratando de evitar. He hecho dos bogeys en los pares 5 y luego he hecho otro bogey con un wedge en las manos». El norirlandés resumía así los fallos más costosos en un jueves ventoso en el que combinó erráticos tiros a green desde distancias cortas con un juego largo algo más correcto sin ser perfecto, con el que llegó a dejarse un par de opciones de eagle.
“Es difícil hacer birdies aquí, especialmente con las condiciones que hemos tenido hoy. Necesito limitar esos errores que son más mentales que físicos. Es difícil de explicar, son cosas que me ocurren según juego y por las que estoy aquí esta semana». De este modo, ocupa el 45º puesto de la clasificación, a cinco golpes de los colíderes Peter Tomasulo y Matt Bettencourt, dos jugadores americanos decididos a seguir ampliando la racha de 16 victorias estadounidenses en el PGA Tour comenzada por Tommy Gainey en el The McGladrey Classic de la temporada pasada.
Atrás parecen quedar para Bettencourt los días pegado a inhaladores para combatir el asma que le impedían competir en condiciones al máximo nivel. Con seis birdies y un solo bogey, fue uno de los que mejor se sobrepuso a las dificultades de la jornada inicial de este Valero Texas Open. Combatió con firmeza el viento presente e inclusó salió victorioso de su particular enfrentamiento con las rocas del AT&T Oaks Course cuando salvó el par en el hoyo 8 después de fallar su salida y pegar su segundo golpe desde terreno pedregoso. Su wedge de 52 grados quedó visiblemente dañado pero los planes del jugador pasan por cambiar la cabeza del palo para volver a ponerlo en su bolsa antes de su horario de salida del viernes en el turno de mañana.
El único representante español en el torneo, Gonzalo Fernández-Castaño, comenzó de manera ordenada su vuelta cerrando sus primeros nueve hoyos a base de otros tantos pares consecutivos. En el 10 llegaba su primer birdie con el que se ponía -1, a tres golpes de los líderes en ese momento, pero fue el único momento del día en el que estuvo por debajo del par, ya que el resto de la vuelta fue saldada con tres bogey y un doble bogey compensados mínimamente por un birdie en el par 3 del 16.
En su cuenta oficial de Twitter, el madrileño analizaba su resultados: «No he jugado tan mal como lo que refleja el resultado (+3). Simplemente han sido tres swings raros en los nueve últimos que han sido muy costosos». En estos momentos, ocupa la 96ª plaza con 75 golpes, a dos del corte.
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