Es difícil salir vivo en un campo tan exigente como Firestone Country Club cuando tienes que anotar un aparatoso cuádruple bogey en tu tarjeta o andas despistado de tee a green. Eso es lo que le sucedió a los dos españoles presentes en el Bridgestone Invitational. Lo peor del día: que ambos acabaron sobre par. Lo mejor: que siguen metidos en el torneo y que demostraron carácter y calidad en la zona decisiva, cerca de green y sobre los verdes tapices del recorrido de Akron.
El de Borriol arrancó con dos birdies consecutivos, como queriendo rememorar el 61 de la segunda jornada del año pasado, pero Firestone estaba mucho más fiero que en la edición anterior. Firme y áspero, bien acompañado por un rough traicionero, este par 70 se defendió con brío y no cedió ni un solo eagle ante 77 de los mejores jugadores del mundo, que tampoco fueron capaces de entregar una tarjeta limpia de bogeys. Por lo tanto, entraba dentro de lo lógico que el español errara, como sucedió en los hoyos 14 y 15, pero nadie esperaba lo que sucedió en el hoyo 16, que acabó con un abultado 9 después de una cadena de acontecimientos desastrosa.
Pero Sergio García respondió con calidad y precisión, borró ese error funesto de su mente y a la altura del hoyo 6, en el tramo final de la vuelta, ya había equilibrado su tarjeta. Luego llegó un último bogey que lo deja en la trigésimo séptima plaza, a seis golpes de Danny Lee.
Por detrás, Pablo Larrazábal mantuvo un duelo singular con Firestone del que a punto estuvo de salir bien parado pese a sus problemas para coger pista. El recorrido de Akron terminó cazando al barcelonés en el último hoyo, como si quisiera vengarse de un jugador que hasta el momento había salido indemne de todas las dificultades planteadas, pese a coger solo cuatro calles y siete greens. Aun así, buenas señales para Pablo Larrazábal, que demostró tener hielo en las venas cuando le tocó tirar de juego corto y que parece completamente recuperado de sus problemas de espalda.
Encabeza el torneo el neozelandés Danny Lee, campeón del The Greenbrier Classic, con un magnífico 65 que incluyó siete birdies y dos bogeys, seguido por el norirlandés Graeme McDowell, que necesita un buen final para meterse entre los 125 mejores que accederán a los playoffs, y el omnipresente Jim Furyk. Acechan la cabeza, con -3, Rickie Fowler y Justin Rose, mientras que Jordan Spieth, número dos del mundo, finalizaba al par del campo en su quinta vuelta en Firestone.
Deja un comentario