Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Zona Pro

Levy comienza a quedarse solo

Enrique Soto | 01 de noviembre de 2014

Sucede pocas veces. En el golf, un deporte ingobernable, resulta muy complejo alcanzar un estado de forma que te permita destacar con claridad. Existen buenas rachas de resultados, sí, pero de ahí a ganar con cotidianidad existe un salto cualitativo. Solemos llamarle talento. Estos días, en la otra punta del globo, estamos presenciando cómo un chico de veinticuatro años, sonriente, demuestra tener ambas cosas: por un lado pasa por un excelente momento de forma; por otro, tiene un talento considerable.

Alexander Levy no es el típico jugador estrella, de esos que visten como salidos de un pase de modelos, fuertes, con la mirada concentrada en un objetivo claro. De hecho, si le viéramos un día en nuestro campo, podríamos considerarle un buen compañero de partida. A pesar de su juventud no tiene un físico tan marcado como el del nuevo Rory McIlroy (mitad jugador, mitad músculo), parece que va dando un paseo por los campos de golf y sonríe y se queja con frecuencia de sus golpes. En definitiva, está alejado de la imagen de profesional completo.

Pero el chico, que es lo que parece, juega a otro nivel. Esta temporada explotó como golfista al conseguir su primera victoria en el Volvo China Open, allá por abril, y parecía una consecuencia lógica: ya tuvo sus oportunidades en 2013 y el trabajo, en estos casos, suele encontrar su recompensa. Lo que está viniendo después no está sorprendiendo un poco más: pasaba cortes con fluidez, terminaba con facilidad entre los veinte primeros, seguía demostrando un gran nivel. Eso, tras una primera victoria en el Circuito Europeo, no es tan normal, como tampoco lo es ganar el Portugal Masters y superar a un tal Nicolas Colsaerts, que se había marcado un 60 en la primera jornada.

Eso es lo que estamos presenciando de Levy durante las últimas semanas: un chico joven que sabe ganar, que se mete de lleno en las Finals Series del European Tour con la misma fuerza con la que lo hizo Victor Dubuisson hace doce meses. Puede que incluso estemos contemplando cómo este jugador comienza a dar pasos de gigante hacia la siguiente Ryder Cup. Un 65 el jueves, un 66 el viernes. El día del movimiento se fue hasta los 63 golpes.

Mientras Colsaerts perdía la agresividad de jornadas anteriores, Justin Rose firmaba un menos ocho, Marcel Siem un menos siete o incluso Jamie Donaldson, envestido todavía con ese áurea que le inspiró en Gleneagles, se iba hasta un descomunal menos diez… Mientras todo esto pasaba en un campo desnudo Levy aumentaba su ventaja en el marcador. En ningún momento le importó tener ventaja en Lake Malaren: siguió atacando, justo lo que necesitará mañana para conseguir su tercera victoria en el circuito. La tercera también esta temporada. Cuatro impactos de ventaja. Un acumulado de menos veintidós. Golf eléctrico y sin dudas.

Emiliano Grillo y Nicolas son quintos, pero se quedan ya a unos inalcanzables nueve impactos del líder. Gonzalo Fernández-Castaño marcha vigésimo séptimo con menos siete, Rafael Cabrera-Bello vigésimo octavo con menos seis, José María Olazábal cuadragésimo noveno con menos dos, mientras que Pablo Larrazábal va con más uno, Jiménez con más tres y Cañizares con más seis.

Resultados completos

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: