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Zona Pro

Lawrie sienta cátedra en Escocia

Enrique Soto | 25 de agosto de 2012

El escocés lidera con un golpe de ventaja sobre Romain Wattel

Mientras que Sergio García ganaba la pasada semana en Carolina del Norte, otro jugador que formará parte del equipo europeo en la Ryder Cup comienza a destacar en Gleneagles. Paul Lawrie llegó a los 67 impactos (cinco bajo par) en la tercera jornada del Johnnie Walker Championship gracias a siete birdies, colocándose líder en solitario con un golpe de ventaja sobre el francés Romain Wattel. Al ser preguntado si la experiencia le había ayudado a llegar a esta situación, el escocés fue muy claro: “¡Soy viejo!»

Pero su golf está viviendo una segunda juventud. Una victoria en Qatar y dos finales entre los tres primeros en el BMW PGA Championship y Volvo World Match Play son los avales que Lawrie presenta para jugar en Medinah el mes que viene, y no es el único. Sergio es colíder en Nueva York, Colsaerts compite por arrebatar la última plaza disponible en el equipo a Martin Kaymer, Lee Westwood comienza a dar síntomas de mejora… Al igual que ocurriera hace dos años, los hombres que lucharán por retener la Ryder comienzan a cobrar protagonismo en diferentes puntos del globo ante la mirada serena de Jose María Olazábal, que debe pensar: “Vamos a lograrlo”.

Tras los doce impactos bajo el par en los que se situó Lawrie se encuentra Wattel, que igualó el récord del campo de Gleneagles (no efectivo, ya que se podía colocar bola en calle) con menos once. A partir de ahí, catorce jugadores se encuentran en un espacio de tres golpes. Desde Stephen Gallacher con menos nueve hasta Nicolas Colsaerts con menos seis. A medida que el belga terminaba su vuelta con 71 impactos, Martin Kaymer debía resoplar y sentir un profundo alivio. Son cinco los golpes que separan a Nicolas de la segunda posición y solo una espectacular última vuelta sería capaz de clasificarle para jugar en Medinah, en detrimento del alemán. No se trata solo de que lo consiga, sino de la insistencia con la que lo ha llevado a cabo durante las últimas semanas, llamando constantemente a las puertas de la Ryder. Una victoria en 2012, ocho top10 y una gran actuación de nuevo los últimos días. Esas puertas, independientemente de que finalice segundo o tercero, están a punto de caerse.

Pero si había algún aspirante a dar la sorpresa y elevar las dudas que pudiera tener Olazábal ha debido de frenarse en seco comprobando la clasificación al final de esta tercera jornada. No es lo mismo emprender un asalto con Lawrie a la cabeza. En esta coyuntura se encuentra Rafael Cabrera-Bello, que volvió a bajar de los 70 golpes y finalizó con 69, un global de menos siete. Recortar cinco golpes en solo dieciocho hoyos se antoja complicado, pero es la única carta que le queda por jugar al español y eso debería darle tranquilidad. Si no hay otra jugada posible, Rafa tendrá que atenerse a una vuelta antológica para superar al escocés, y también a Colsaerts o Molinari. Es el único mensaje que tiene pendiente de enviar. Ellos van a ir y esta semana les he ganado.

Jorge Campillo continúo con su evolución positiva, subiendo tres puestos tras firmar 70 golpes y llegando a la decimoséptima posición. Solo dos golpes le separan del top10 y de una más que posible entrada provisional en la final de la Race to Dubai. Pablo Larrazábal no consiguió compensar un comienzo con dos bogeys y finalizó con 73, que le dejan trigésimo noveno, mientras que Jose Manuel Lara tuvo un día aciago y llegó hasta los 79, que le dejan sexagésimo quinto en la clasificación.

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