Comienza el tercer major de la temporada y siete españoles competirán por firmar una buena aparición en Royal Lytham. En otras ocasiones es sencillo destacar que alguno de los nuestros está en un gran momento de juego y que existen opciones de victoria. Este año, salvo gran sorpresa, las previsiones no son tan halagüeñas.
Sergio García afronta el Open Championship sin haber fallado un solo corte este año. El castellonense finalizó la temporada pasada enchufado, ganando dos torneos del Circuito Europeo consecutivos y poniendo fin a unos meses en los que la retirada, las malas sensaciones y, sobre todo, el agotamiento mental, habían hecho mella en su juego. No hay dudas de la capacidad de Sergio para jugar al nivel que un recorrido de estas características exige, cuando él se encuentra a gusto incluso es complicado encontrar un rival que le iguale durante la semana. Sí las hay, sin embargo, sobre el modo en que afronta la competición. Si le vemos relajado y disfrutando en Royal Lytham una buena actuación parece inminente mientras que si, al contrario, vemos a Sergio tenso y exigiéndose demasiado en cada golpe, sus opciones de victoria o incluso de top 10 parecen diluirse poco a poco.
Esta semana ha estado probando un nuevo grip para el putter, abandonando la “pinza” a la que nos ha acostumbrado durante los últimos meses, y puede que una vez comience el torneo nos sorprenda con una forma de agarrar el palo más tradicional. El último torneo disputado por el de Borriol fue el BMW International Open, la semana posterior al U.S. Open. Desde entonces, no ha competido pero seguro ha estado entrenando en un ambiente más familiar y relajado. Esperemos que llegue repleto de ganas de disfrutar en el major que muchas veces ha calificado como su favorito. Hace unos años estuvo a centímetros de ganar. ¿Por qué no ésta semana?
Por su parte, Rafael Cabrera-Bello llega al Open Championship en su mejor temporada como profesional. La solidez ha marcado cada una de las semanas de este año, en las que el canario ha conseguido dar un salto cualitativo respecto al pasado, pasando de tener como objetivo asentarse en el circuito a contar participaciones como top10, incluso llegando a la victoria en el Omega Dubai Desert Classic y creándose varias oportunidades más de conseguir su tercer triunfo en el Circuito Europeo. La pasada semana en el Scottish Open no pasó sus mejores momentos con el putter, sobre todo durante la última jornada. Sin embargo será complicado no imaginarle haciendo algo distinto en el tercer major del año: un liderato fugaz, un top 10 o quién sabe si algo más. Los motivos para apostar por él nos los ha dado cada semana desde comienzos de año: Rafa siempre ha estado ahí.
Más complicado parece el caso de Álvaro Quirós, que no llega en el mejor momento de confianza a un campo muy exigente. Han sido varios los cortes que no ha conseguido pasar a lo largo del año y más que en ninguna otra temporada desde que se hizo profesional, se le ha visto muy irregular en su juego. Sin firmar una vuelta por debajo de setenta golpes desde mayo en el BMW PGA Championship, se hace difícil creer en que esta semana las cosas serán distintas. Pero la oportunidad está ahí. Quizá no haya mejor momento de cambiar la tendencia que con cuatro vueltas serias y trabajadas en Royal Lytham ante los mejores del mundo. No parece estar en disposición de ganar pero sí de mejorar una temporada muy irregular.
Lo que sí sabemos es que un jugador español dará el máximo rendimiento posible esta semana. Miguel Ángel Jiménez siempre rinde mientras muchos piensan que ya no tiene el potencial de hace unos años, pero los resultados están ahí para contradecirles. Tres top 10 este año, sumados a los numerosos obtenidos la pasada temporada nos hablan de un jugador que sigue peleando por mantenerse en la élite, y además lo hace ganando. Han pasado ya unos cuantos meses desde que el español consiguiera un triunfo pero sobre este tema se puede preguntar a Darren Clarke o a Tom Watson. La experiencia en un links no es un punto, sino una ventaja enorme.
Gonzalo Fernández-Castaño llega con más opciones que nunca de meterse en la Ryder Cup. El objetivo es claro y está al alcance de una gran participación en este major. Un top 5 o un top 10 le vuelven a meter de lleno en la lucha por jugar en Medinah, y todo lo que ello implica. El español se ha mostrado sobradamente capaz de ganar en Europa pero siempre se ha echado de menos cierta constancia pasadas sus grandes semanas de juego. Para él, este Open Championship puede llegar a ser el primer paso hacia una mayor ambición. Implicaría jugar la Ryder Cup y crecer junto a la experiencia que otorga la mayor competición por equipos. Una vez más, junto a los mejores jugadores del mundo.
Alejandro Cañizares se clasificó para jugar a través de las durísimas pruebas de acceso y siempre ha señalado que un campo tipo “links” se adapta bien a su juego, como demuestran sus resultados en la previa, el Irish Open y el Scottish Open. Los resultados de esta temporada son variopintos, pero la calidad de juego de Cañizares estará también presente esta semana y el malagueño de adopción podría destacar en un campo que se adapta bien a su forma de jugar.
Pablo Larrazábal, por su parte, lleva jugando una temporada muy consistente. Rozó la victoria en el Reale Seguros Open de España y la pasada semana, en el Scottish Open, demostró su carácter al finalizar en décimo tercera posición en Castle Stuart. Solo ha fallado un corte a principios de temporada e insiste con tanta fuerza semana a semana que su tercera victoria en Europa parece estar al caer. Un Open Championship son palabras mayores pero si hay algo seguro es que el español va a pelear todos y cada uno de los golpes como si fueran el último. Puede que eso le lleva a las primeras posiciones.
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