El LPGA Tour celebra un torneo en las Bahamas por primera vez en su historia. Se trata del Pure Silk-Bahamas LPGA Classic, que se disputa en el Ocean Club Golf Course, colindante con el Atlántico. Solo faltan dos pruebas para la disputa del segundo grande del año en el golf femenino, el Wegmans LPGA Championship, y las mejores jugadoras del mundo ultiman su puesta a punto en un recorrido que desconocen, pero que a buen seguro les proporcionará ritmo competitivo para afrontar el Locust Hill Country Club dentro de unos días.
Beatriz Recari, apodada “mujer de hierro” por sus compañeras por disputar todos los torneos que organiza el circuito cada año, ha decidido descansar para prepararse a conciencia para los grandes. Después de ganar el KIA Classic hace unas semanas, la navarra aspira ahora a destacar en las citas más importantes del año y viajar fuera de Estados Unidos no parecía la mejor opción para llegar en las mejores condiciones posibles. Otras de las primeras clasificadas en el Ranking Mundial han hecho lo mismo semanas atrás, como Inbee Park, Na Yeon Choi, Yani Tseng o Jiyai Shin.
La apuesta puede haberle salido muy bien a Beatriz, ya que esta semana hay amenaza de lluvia en las Bahamas y el torneo puede antojarse más duro de lo que, a priori, parecía una semana en el paraíso. La número uno indiscutible, Park, sí que se ha presentado allí dispuesta a conseguir su cuarto triunfo de la temporada y marcar la misma línea de dominio que Tiger Woods ha implantado en el golf femenino. Puede que, en el caso de la surcoreana, sea aún más férreo, dado que también consiguió vencer en el primer grande del año. Esta semana es un “todas contra Inbee”, reina indiscutible de los greenes en el LPGA Tour. Las aspirantes son numerosas.
Encabezadas por Stacy Lewis, vencedora en otras dos ocasiones esta temporada, y seguida por Na Yeon Choi, Suzann Pettersen, So Yeon Ryu, Tseng, Shin o Miyazato, el circuito vuelve a presentar a sus pesos pesados de la competición una semana más. La historia lleva repitiéndose en cada torneo de esta temporada: es difícil presentar batalla cuando las mejores del mundo compiten con tanta cotidianidad. En esta situación se encuentran Azahara Muñoz y Belén Mozo, únicas representantes españolas en este evento.
Tras un tímido inicio de temporada, la malagueña parece haber encontrado lo necesario en su juego como para pasar cortes con facilidad y, poco a poco, subir puestos en la tabla hasta rozar los top 10. Ha tenido signos muy positivos a los que atenerse durante las últimas semanas, como las vueltas de 64 y 66 golpes que presentó en el Mobile Bay LPGA Classic hace unos días o el 68 con el que abrió su participación en el Kingsmill Championship. Ya está cuarta en greenes en regulación, su particular caldo de cultivo de grandes resultados, y su putter se está poniendo a la misma altura que sus hierros.
Belén, por su parte, se ha olvidado ya de los dos únicos cortes que ha fallado este año y aspira a mantener una progresión positiva después de jugar toda la semana pasada en Alabama. Su media de golpes esta temporada se mantiene bajo par, lo que supone una prueba de la consistencia que ha llegado a alcanzar a lo largo de su carrera.
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