La sacrificada vida del caddie de golf
Óscar Díaz | 11 de marzo de 2012
Los dioses del golf son crueles… hasta para los caddies. Eso es lo que debe de pensar en estos momentos Craig Connelly, caddie de Paul Casey, después de lo ocurrido en la cuarta jornada del Cadillac Championship.
Durante unos instantes, a Connelly le pareció que la temporada se enderezaba de golpe, después de estar un par de meses en paro forzoso por una estúpida lesión de su jefe, Paul Casey, que se desguazaba un hombro y ponía en peligro el año en una caída de snowboard. Connelly le proponía a Casey que se repartieran el coche si hacía hoyo en uno en el 15, algo que su patrón aceptaba ante las pocas posibilidades de éxito. «Wee Man» (pues ese es el apodo de Connelly, algo así como Chiquitín) le entregaba el hierro 8 al jugador inglés y Casey procedía a clavar el golpe.
A continuación, alegría desbordada y gestos de júbilo por parte de Connelly, Casey intentando contenerse y algo contrariado pese a la sonrisa por el repentino desembolso que debía afrontar… hasta que cambian las tornas cuando alguien de la organización se acerca para explicarles que el coche ya no estaba en juego, puesto que lo habían ganado previamente en el hoyo 13. A continuación, es Casey el que pasa a reírse de su desventurado caddie, a quien no le queda más remedio que tomárselo todo con resignación.
En resumidas cuentas, un clásico instantáneo: desde el golpe inmaculado a la celebración de Connelly, pasando por el cruel giro del destino final. Y aquí tenéis el vídeo al completo, para vuestro disfrute:
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2 comentarios a “La sacrificada vida del caddie de golf”
Si alguien busca en un diccionario el significado de «desilusión» saldrá la cara del caddie…
QUE PUTADA¡¡¡¡
Un poquito cabronzete si que es Casey, en vez de consolarlo se destornilla, como el en casa debe tener unos cuantos que le den al caddie.
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