Desde sus humildes inicios en Australia al fallecimiento de su padre, sus problemas con la bebida durante la adolescencia, sus flirteos con el desastre, el encuentro con Colin Swatton, que ejerce la triple labor de entrenador, caddie y mentor, las complicaciones en su salto a profesional y, por último, el triunfo y el ascenso al número uno del mundo.
Todo esto queda resumido de manera magnífica en una pieza de diez minutos producida por RBC, uno de sus patrocinadores, una emotiva semblanza que da cuenta de su lucha incesante y contra corriente hasta alcanzar la cumbre del golf mundial.
Determinación, talento, persistencia y calidad, ingredientes variopintos de la frase que da título a este breve documental: «Never say die», o en román paladino, «Nunca hay que perder la esperanza».
2 comentarios a “La historia de Jason Day”
SIGO CREYENDO EN EL,PUEDE LLEGAR DE NUEVO A SER EL NUMERO 1,NO DESCARTO PARA NADA LAS CONDICIONES DE JORDAN SPIETH,EN ESTOS MOMENTOS HAY MUCHA PARIDAD DE JUEGO, INCLUYENDO TAMBIEN A RORY MLLROYL,GRAN JUGADOR,GRACIAS.
Son de esas frases que pasaran a la historia» NEVER SAY DIE»
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