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La eterna sonrisa de Kuchar luce más que nunca en Sawgrass

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Carlos Palomo | 14 de mayo de 2012

La situación parecía cómoda para Kuchar a falta de los últimos hoyos por jugar en la cuarta jornada del The Players Championship en uno de los campos cuyo final es de los más exigentes del PGA Tour como es el TPC de Sawgrass. Marchaba -13 mientras que sus más directos rivales, en ese momento Ben Curtis, Zach Johnson y Rickie Fowler, se veían obligados a un final épico para buscar la victoria. Y aunque al final Kuchar ganó y se llevó los 1,7 millones de dólares por dos golpes, el final del llamado quinto grande estuvo precioso.

Tras un bogey en el hoyo 15, Fowler parecía descartardo. Difuminado tras una sensacional tercera jornada en la que confirmaba su ascenso a un nuevo nivel del golf mundial tras su victoria en Quail Hollow la semana pasada. Comenzó con dos birdies en cuatro hoyos pero en el 8 ya iba +1 en el día. Luchó. Birdie al 11 y al 12. El fallo del 15 parecía descartarle, sí.

En el hoyo del 16 metió un gran putt de birdie para crearse una mínima opción. Tal vez no sólo dependiera de él, pero iba a intentarlo. En el tee del 17 no había nada que perder. Al trapo. Asumió el riesgo y se llevó la recompensa. Su golpe, en una línea agresiva, se quedó colgando de la pendiente que debía haber acercado más su bola. Sin problemas. Si la bola no baja, se mete el putt desde un poco más de distancia y punto. Gran birdie.

Como si el guión lo hubiera escrito un directivo de la televisión, en un minuto de oro se juntó el birdie de Fowler en el mítico 17 y una genial respuesta del mismo calibre por parte de Kuchar en el 16. Minutos después coincidían también en el tiempo el agresivo golpe de Fowler a la bandera larga del 18 y el excesivamente conservador golpe de Kuchar en el 17. Tres putts del líder en la isla abría la puerta a un posible playoff si éste hacía bogey al 18 y Fowler embocaba su putt para birdie.

El compañero de partido de Fowler, Ben Curtis, le daría además la caída con un putt similar que acabó dentro. Fowler falló dándole la victoria a Kuchar y acabó su remontada con un -11 que le dejó segundo empatado con Johnson , Curtis y Martin Laird. Con un gran par en el último hoyo, Kuchar cumplía uno de sus sueños celebrándolo con sus hijos, sus padres y su mujer.

Era la cuarta victoria del americano de la eterna sonrisa que ayer lucía más que nunca al llegar al green del 18. La primera desde el Barclays del 2010. Su vuelta de 70 golpes (-2) fue suficiente para, primero remontar al líder de la jornada, Kevin Na, y superar después las embestidas de sus rivales, que se manifestaron por primera vez en el 67 (-5) de Martin Laird que dejaba al escocés líder en casa club en su momento.

Lo de Na fue un caso para estudiar en las facultades de psicología. Liderando por tres golpes en los primeros compases de la jornada y diluyéndose poco a poco en una lucha interna contra los waggles y una rutina interminable. Tras la tercera jornada pedía perdón por su lento ritmo de juego y admitía estar trabajando para cambiarlo. Tal vez ese fue el comienzo del fin, autoimponiéndose una presión que nada bueno podía traerle. Acabó 76 golpes (+4) para un total de -8 en la séptima posición.

Más abultada fue la tarjeta de Sergio García que concluyó con 79 golpes (+7). Tras un buen 68 la tercera jornada, el español protagonizaba un duro final con tres bogeys, un doble bogey, un cuádruple bogey y dos birdies con los que bajaba a la posición 56. Por su parte, Alvaro Quirós concluyó el 40º con tres vueltas de par y un 71 (-1) en la última jornada.