Se sabrán ustedes el enunciado de la paradoja de la fuerza irresistible y el objeto inamovible. Si cambiamos a los protagonistas y ponemos a un golfista medianejo tirando a malo y una cámara GoPro nueva, el resultado final dista del equilibrio perfecto.
No tienen más que ver lo ocurrido con Corey, el intrépido golfista que, pese a sus maneras, se atrevió a colocar una GoPro recién estrenada en la trayectoria de su tiro. Solo corría peligro en caso de filazo doloroso… y el resultado de este tiro ya lo han visto más de 144.000 personas. Por cierto, el tal Corey afirma haber hecho 90 golpes después de esta demostración de puntería.
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