El escolta de New York Knicks J. R. Smith es famoso por su juego vertiginoso y eléctrico, sus tatuajes y su tendencia a tirarse hasta las zapatillas cuando salta a la cancha, circunstancia que suele deslumbrar y exasperar a partes iguales (según esté de acertado ese día), pero menos conocida es su gran labor benéfica canalizada a través de su fundación.
Nos enteramos a través de este artículo (y vídeo) de Bleacher Report de la pasión que siente Smith por el golf y de la estrechísima relación que mantiene con su amigo Brad Hennefer, un joven con síndrome de Down que lleva jugando desde que tenía tres años y bate récords en todas las competiciones de golf en que participa.
Además de servirse de inspiración mutua, tanto dentro como fuera del ámbito deportivo, los dos exhiben un swing envidiable, como puede comprobarse en el vídeo adjunto. Sin duda, una historia inspiradora.
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