Josh Svendsen, caddie del novato del PGA Tour Chesson Hadley, lleva una temporada movidita. Cuando no está ayudando a su jefe a alzarse con el título en el Puerto Rico Classic, se le ve enfrascado en tareas de lo más variopinto, como espantar a un pato pertinaz y hambriento.
Pero Svendsen parece involuntariamente empeñado en convertirse en un fijo televisivo. Como recogen Alex Myers de Golf Digest y Geoff Shackelford, durante la primera jornada del Wells Fargo Championship tropezaba con un bordillo en Quail Hollow, una caída que, por fortuna, no tuvo consecuencias… para el caddie, ya que el putter de Hadley acabó maltrecho.
El jugador estadounidense advirtió que la varilla de su putter parecía haberse doblado ligeramente en la caída y consultó a un árbitro, que después de estudiar el problema le dio permiso para seguir utilizando el palo. Unos instantes después, Hadley convertía un birdie en el hoyo 10 y su caddie respiraba aliviado.
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