Este sitio emplea cookies de Google para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.

Zona Pro

Keegan Bradley se adjudica un PGA Championship sorprendente

Óscar Díaz | 15 de agosto de 2011

Keegan Bradley se ha adjudicado el nonagésimo tercer PGA Championship en un desenlace apasionante tras imponerse por un golpe de ventaja en el playoff de desempate al impasible Jason Dufner, después de que ambos quedaran igualados con -8 al final de los 72 hoyos reglamentarios.

El cartel era discreto a priori: Jason Dufner, un modesto inédito en el PGA Tour y Keegan Bradley y Brendan Steele, dos novatos ascendidos del Nationwide con la alternativa recién confirmada (y un triunfo por cabeza) pero sin experiencia previa en los majors, partían en cabeza, mientras los principales espadas acechaban solo a tiro de vuelta heroica.

Mientras Steele no tardaba en desfallecer y Bradley demostraba su solidez, Dufner se disfrazaba de “hombre tranquilo” y sin cambiar el gesto iba sumando birdies y restando opciones a sus ilustres perseguidores. Así, Dufner fue dejando de rueda a los números 1 y 2 del mundo, Donald y Westwood, que terminaron errando y cediendo ante la solidez de los dos primeros clasificados, y solo un Robert Karlsson robótico y capaz de encadenar un impresionante -6 en 12 hoyos se mostraba como alternativa a la “plebe”, aunque tres bogeys postreros le eliminaran de la lucha por el título.

Mientras, los veteranos Stricker y Verplank se descolgaban, Toms no conseguía repetir su heroico triunfo de hace diez años en el mismo escenario, Scott terminaba perdiendo comba y solo el desapercibido Anders Hansen seguía con opciones en segundo plano.

Pero el duelo Dufner-Bradley iba a deparar aún muchas emociones. Dufner llegaba al tee del hoyo 15 con dos golpes de ventaja y contemplaba cómo su principal rival se autodestruía con un durísimo triple bogey y la diferencia aumentaba a cinco golpes a falta de cuatro hoyos. Y ese fue el punto de inflexión del día: Bradley echaba mano de casta y encadenaba dos birdies espectaculares en los hoyos 16 y 17, y salvaba un gran par en el 18, mientras Dufner flaqueaba por primera vez y tenía que reflejar tres bogeys seguidos en su tarjeta, para salvar los muebles en el 18 y evitar inicialmente un desastre a lo Van de Velde.

Pero se esfuerzo del 18 solo sirvió para postergar su derrota: Bradley finalizaba los tres hoyos del playoff (en los temibles 16, 17 y 18) con un espectacular -1, y Dufner, que moría luchando (con gran birdie en el 18), acababa al par, con el mismo rostro hierático que exhibió durante toda la jornada.

Y así culmina la rebelión de los modestos estadounidenses, una rebelión que ha pasado desapercibida para arúspices, augures, “punters”, especialistas y pronosticadores varios y que abre una puerta que el golf europeo e internacional parecía haber cerrado.

Bradley entra en las quinielas para el título honorífico de mejor jugador del año gracias a sus dos títulos y se convierte en joven depositario del maltrecho honor estadounidense, que rompe la racha más nefasta en los grandes desde principios del siglo XX y anda necesitado de referentes tras la debacle de Tiger Woods y el discreto papel de sus principales figuras… aunque Bradley haría bien en recordar que el manto regio de joven esperanza estadounidense ha volado en las últimas semanas por los hombros de un buen número de jugadores: Patrick Cantlay, Rickie Fowler, Nick Watney, Webb Simpson…

También hacíamos referencia a la casta de Bradley, casta que le sobra a este “galgo” y que le llevó a acabar con -3 en los seis últimos hoyos (sumando el final de la vuelta y el playoff); casta que le llega no solo de parte de su tía Pat Bradley, miembro del Salón de la Fama del LPGA Tour, sino también de su padre, profesional de club afiliado a la PGA… entidad encargada de la organización de este major. El círculo se cierra, y ya solo falta ver si Bradley es flor de un día (no lo parece, a tenor de lo logrado este año) o si confirma las esperanzas que la necesitada maquinaria mediática estadounidense ha depositado en él.

Sergio García roza el top ten en Atlanta

Deja un comentario

Si estás registrado, la publicación de tus comentarios será instantánea. Asegúrate de escribir correctamente tanto tu nombre de usuario como la dirección de correo electrónico que incluiste durante el registro.
Si no estás registrado, tus comentarios quedarán pendientes de moderación. Regístrate aquí.

Comentario: