Resulta difícil evitar el símil meteorológico para describir los avatares de la Armada española durante la jornada del viernes del Madrid Masters. Al tiempo que unos negrísimos nubarrones se cernían sobre el campo y los carteles de aviso de tormenta poblaban los tablones clasificatorios, a dos de los principales bazas españolas, Miguel Ángel Jiménez y Sergio García, también se les “encapotaba” la vuelta y sufrían de lo lindo en el cuidado recorrido de La Hípica.
A Jiménez no tardó en torcérsele la mañana: en el hoyo 2, par 3 de 150 metros, se le empotró la bola en el contratalud del búnker y salió del trance maltrecho y con un doloroso doble bogey en su tarjeta. A partir de ahí, mucho movimiento en la tarjeta, pero predominando los resultados negativos. Como ha declarado al finalizar la jornada, “he jugado mal y no hay mucho más que decir”.
Sergio tampoco tardó mucho en verse acosado por su nubarrón personal: en el hoyo 10, su primer hoyo, un peliagudo par 5 que daría más de un disgusto a los españoles a lo largo de la jornada (véase el 9 de Alejandro Cañizares) se apuntó un costosísimo doble bogey que le dejaba a cuatro golpes del corte. Pese a todo, con acierto y voluntad, Sergio consiguió equilibrar su vuelta después de dos birdies en los hoyos 11 y 13, pero posteriormente se acentuó la tendencia de montaña rusa marcada en los primeros hoyos del día y dos nuevos bogeys cortaron de nuevo las alas al de Borriol. Los segundos nueve hoyos fueron un calco de los primeros: un subibaja continuo y una tarjeta azulgrana (los bogeys se marcan en azul y los birdies, en rojo) que no habrá sido muy del gusto de Sergio, y no solo por sus filias futbolísticas. Pese a que obviamente ha acabado decepcionado y de sus declaraciones se pueden sacar pocas lecturas positivas, se ha mostrado voluntarioso y luchador durante toda la vuelta, y a veces ha dejado ver el gran golf que lleva dentro, como en el hoyo 6, un par 4 corto con dogleg a la izquierda, en el que ha colocado la bola en green tras pegar un drive majestuoso de salida.
Pero entre las nubes también se asomaba el sol a menudo, y podemos dar fe de que calentaba. Entre las noticias positivas del día cabe destacar el vueltón de Nacho Garrido (-5 en el día, pese a un postrero bogey final fruto de la mala suerte en el hoyo 18). Nacho se ha mostrado sólido desde el tee y ha exhibido un buen nivel con los hierros, pese a declarar que no ha empezado muy fino y que ha ido cogiendo ritmo poco a poco. Aun así, es el primero de los españoles con -6 en el global, aunque a seis golpes del inglés Luke Donald.
Como segundo clasificado nacional encontramos a Álvaro Quirós, que ha acabado con malas sensaciones tras el bogey con el que ha cerrado la vuelta. Durante gran parte de la jornada ha estado flirteando con la cabeza de la clasificación (llegó a colocarse -7 en la general) y le ha faltado culminar. Pese a todo, y aunque sus declaraciones parecen propias de alguien que ha estado a punto de tocar 80 en la tarjeta, ha hecho -2 en el día para un total de -5. Aunque la cabeza del torneo está lejos y se le veía algo desanimado al final, su decimocuarto puesto y el juego que ha desplegado en los mejores momentos de estas dos primeras jornadas nos llevan a ser optimistas.
Tampoco podemos olvidarnos de Álvaro Salto, el madrileño que se ganó merecidamente su plaza en el torneo gracias a su gran temporada en el Circuito de Profesionales de Madrid. Salto ha conseguido una vuelta de cuatro bajo par y se ha metido en el fin de semana pese a su comienzo atropellado de ayer.
Por último, el último y brillantísimo rayo de sol nos lo ha ofrecido Gonzalo Fernández-Castaño, que pese a tener que multiplicarse para cumplir como jugador y como organizador (aunque él mismo ha declarado que su trabajo como organizador no le sirve de excusa para justificar una mala vuelta), ha conseguido olvidarse de la turbulenta jornada de ayer y tendrá que dejar las labores protocolarias del fin de semana a su equipo de GFC Golf&Business.
Después de una espectacular jornada (-5 en el día y -2 en el total) en la que ha sacado a la luz lo mejor de su repertorio, al final el suspense ha estado presente hasta el último golpe de su vuelta. Su drive del hoyo 18 ha ido a parar a la carpa de hospitalidad que flanquea la derecha de la calle del hoyo final y, tras varios minutos de tensa espera y de consultas de todo tipo, Andy McFee, uno de los árbitros más conocidos (y duros, por qué no decirlo) del European Tour ha concedido finalmente un alivio sin penalización a Gonzalo, que a continuación ha dejado corto su segundo golpe. Para añadir misterio a una película que estaba alcanzando cotas hitchcockianas, Gonzalo ha tenido que jugarse un tercer golpe heroico (un globo por encima de una lengua de rough) que ha ejecutado a la perfección y se ha dejado un putt corto para salvar el par y meterse en el fin de semana (aun que el corte ha pasado a ultimísima hora a -1).
Además de los ya mencionados, también contaremos durante el fin de semana con la presencia de Santi Luna, Jorge Campillo, José Manuel Lara, Pablo Larrazábal y Carlos Suneson, con lo que, pese a la ausencia de Sergio y de Miguel Ángel, el público madrileño cuenta con un buen número de reclamos nacionales para acudir a La Hípica el fin de semana.
Y no nos olvidamos del gran plantel de jugadores extranjeros que han acudido al Madrid Masters. La parte alta de la tabla es un calco de la clasificación de la primera jornada: Luke Donald ha vuelto a exhibir un nivel espectacular, solo emborronado por dos bogeys seguidos en la parte final de su vuelta que le han llevado a firmar su -12 final. Por detrás, los galeses Rhys Davies y Jaime Donaldson mantienen el ritmo y se encuentran a uno y tres golpes respectivamente del británico, y completan el quinteto de cabeza los dos Graemes, el norirlandés McDowell y el inglés Storm (que ha firmado la mejor vuelta del torneo con -8 en el día). Francesco Molinari es el primero que se atreve a discutir la dictadura golfística británica y comparte el quinto puesto en la clasificación con Storm.
Mañana llega la denominada “jornada del movimiento” y esperamos que los españoles se conviertan en protagonistas de la misma.
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