Uno es el número uno del mundo y, con permiso de Rory McIlroy y Jason Day, ha sido el claro dominador del panorama golfístico durante 2015. El otro es un golfista con una sola victoria como profesional, un australiano de modales contenidos y juego afinado, aunque aspiraciones más modestas. Son Jordan Spieth y Matt Jones, buenos amigos y rivales en la ronda definitiva del Emirates Australian Open.
De momento, Jones supera a Spieth por tres golpes y encabeza el torneo jugado en The Australian Golf Club con -10, pero es el estadounidense quien parece llevar la iniciativa después de dos jornadas magistrales. Y la tercera vuelta podía haber sido mejor aún, ya que Spieth iba +3 después de los cuatro primeros hoyos y tuvo que protagonizar una escalada épica con -7 en el resto de la vuelta.
Jones y Spieth, ambos vecinos de Texas, se las verán el domingo en el partido estelar, mientras que los demás aspirantes (los locales Rhein Gibson, Aron Price, Lincoln Tighe o Geoff Ogilvy) tendrán que esperar el error de los dos primeros para tener alguna opción.
«No hay nadie mejor a quien batir el día definitivo mientras juegas en el mismo grupo. Siempre quieres tener la oportunidad de ganar y enfrentarse al número uno del mundo es mejor aún», declaraba Jones.
Por su parte, Spieth asignaba una parte importante del mérito de su remontada a Michael Greller, su caddie, que después del inicio funesto que habían tenido se dedicó a establecer pequeños objetivos para reencaminar la vuelta.
«Me dijo: ‘Venga, tenemos que ir al par cuando lleguemos al tee del 18. De este modo podremos hacer bajo par y seguir adelante'», contaba Spieth. «Me dijo: «Basta de chorradas. Se acabaron las quejas. Vamos a coger greens, que tienes unos cuantos hoyos fáciles por delante’. Es lo que necesitaba oír para darle la vuelta a la tortilla».
Por detrás, Darren Clarke y Adam Scott comparten la séptima plaza con -1, y Nicolas Colsaerts descendía a la decimocuarta plaza con su +5 en el día.
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