Cuando el inconformismo forma tándem con la calidad, como sucede en el caso de Jon Rahm, no hay techo a las expectativas generadas. El amateur de Barrika se está convirtiendo en uno de los máximos atractivos del OHL Classic, único torneo del PGA Tour que patrocina una empresa española, y ya es decimoquinto a seis golpes del líder, Derek Fathauer.
La distancia es considerable, y más en un recorrido exigente como El Camaleón de Mayakoba, pero precisamente ese mismo motivo podría hacer flaquear a un Fathauer que hasta ahora solo ha cometido dos bogeys en el torneo, cifra inédita para este jugador de 29 años. La sombra de Rahm queda lejos, pero más a mano tiene a otros golfistas que meterán presión desde el principio, todos ellos con victorias en el circuito. Son Jason Bohn, autor de un buen 65 que le sitúa con -15 a un golpe del líder, y también un cuarteto potente compuesto por Russell Knox, ganador en Shanghai la semana pasada, Justin Leonard, Graeme McDowell y el más bisoño Harold Varner III.
Rahm está lejos, pero jugará sus bazas y aspirará a igualar lo logrado por Freddie Jacobson en la tercera jornada o Harold Varner III durante el segundo día, es decir, rozar el 62 o 63 y ver si los nervios atenazan a los jugadores que lo preceden. El campo pone a prueba la paciencia de los jugadores y sus obstáculos de agua y manglares atrapan muchas bolas, pero también recompensa a quienes estén acertados. Y el vasco lo está, y mucho.
Su objetivo, por tanto, es la victoria y no le vale otra cosa, aunque ni mucho menos siente las urgencias de los golfistas que se juegan los cheques en la sexta prueba de esta joven temporada. En cualquier caso, Rahm tiene relativamente a tiro mejorar la quinta plaza que ya logró en Phoenix el año pasado.
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