En el tramo final del torneo, Jordan Spieth terminó por descabalgar de su montura y dejar a Jimmy Walker caminando solo a lomos de su caballo en pos de la puesta del sol, como si de un Lucky Luke moderno se tratara, con cuatro golpes de ventaja y haciendo las delicias de las gente de San Antonio que ve como uno de los suyos marca claras diferencias a falta de una sola ronda.
Aunque desde luego si fuera Spieth el que se llevara el torneo tampoco se iban a mostrar contrariados la gente del estado de la estrella solitaria, y es que ambos están haciendo bueno el dicho de que cuando estés en Texas escoge a uno de Texas. Eso sí, de momento es Walker el que ha tomado la delantera tras un trabajo impecable con todos los palos de la bolsa. En un TPC San Antonio que no perdona ni una, Walker lidera el torneo en greens en regulación y en golpes ganados con el putter. Realmente está siendo el macho alfa del torneo, jugando con una marcha más que los demás, e incluso sabe sacarle partido a situaciones imposibles como le ocurrió en el hoyo 12.
Desde el tee se iba al búnker y a la hora de buscar la bola no era capaz de encontrarla. Se puso a escavar y de repente se dio cuenta que estaba totalmente hundida. Lejos de tomar las cosas a la tremenda consiguió sacarla y terminó sellando un bogey que le supo a birdie. Una bandera crucial ya que en ese momento Spieth le había cazado pero justo tenía problemas también desde el tee en esa bandera que le anotaba el segundo error del día en la tarjeta.
A partir de ahí, cada uno tomó sendas diferentes. Mientras que Walker actuaba como si de un resorte que trasmite fuerza ante un retroceso se tratara, disparando su tarjeta con tres birdies en la parte final incluidos los de las dos últimas banderas, Spieth se enredaba en un par de hoyos, sobre todo en el 16 con una escapada a la grada desde el tee de salida que le costó el doble bogey, para terminar sellando un 71 (-1) que le dejaba a cuatro impactos de Walker, quien finalizaba con un 69(-3), siendo de los pocos que conseguía bajar de 70 golpes al recorrido.
“Es un campo muy complicado. Cuando venía a jugar pensaba que hacer par o uno arriba sería un buen resultado. Claro que piensas en ampliar la ventaja, pero hay que actuar inteligentemente para conseguirlo”, explicaba el estadounidense que busca su segundo triunfo en la temporada y que, estadísticamente hablando, lo tiene bastante cerca ya que de las tres veces que Walker salía liderando o coliderando el torneo tras 54 hoyos, ganó dos veces y la segunda quedó tercero.
A pesar de ello, si Spieth es capaz de meterse en esas rachas en las que parece que juega contra la historia, la última ronda puede ser un auténtico espectáculo para el público que seguro abarrotará el TPC San Antonio que es el auténtico ganador por partida doble. Por un lado tendrán en el partido estelar a dos de sus paisanos que también son dos de los mejores jugadores del mundo y además, casi seguro, volverá a ver a uno de los suyos levantano el trofeo porque el siguiente en la tabla es Billy Horschel pero está a unos importantes seis golpes de Walker, y el quinteto que asoma en cuarta posición anda a siete. No es imposible pero tal y como está Walker, con el rifle engrasado y la mirilla bien calibrada, desde luego es complicado.
Antes de despedir la crónica les dejamos un vídeo con el casi-albatros que firmó Mickelson esta tercera ronda. No tuvo su día en San Antonio finalizando con más dos, pero este tipo de cosas son por las que todo el mundo ama a “Lefty”
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