Javier Ballesteros, el hijo mayor de Seve, ha dado el paso que llevaba madurando desde hace algún tiempo: ha formalizado su acceso al estatus de jugador de golf profesional ante la Real Federación Española de Golf.
«He tomado la decisión de hacerme profesional de golf, que es lo que siempre me ha gustado. Conseguiré triunfar o no, pero que nunca me pueda decir a mí mismo que no lo intenté y que no hice todo lo posible. Sé que no va a ser fácil y soy consciente del trabajo duro que conlleva, pero también sé que debo intentarlo», resumía Ballesteros, que durante los últimos años ha compatibilizado sus estudios con su carrera como golfista amateur.
Javier se pasa a profesional con 24 años cumplidos mientras que su padre lo hizo con poco más de 16. Fue en otra época, con otras prioridades y otras necesidades.
«Mi padre tuvo que recorrer un camino largo y estrecho para iniciarse en el mundo del golf; yo lo tengo algo más fácil pero con el inconveniente de que siempre nos compararán y me exigirán, no lo que hizo mi padre sino la mitad… que ya sería mucho», analiza Javier.
El joven Ballesteros, que ya ha tenido la oportunidad de foguearse un buen número de veces en torneos profesionales como por ejemplo el pasado enero, cuando disputó el Omega Dubai Desert Classic en el que se homenajeaba a su padre y a todos los demás ganadores en el vigésimo quinto aniversario de este torneo del European Tour. Ahora, le toca trabajar para ir haciéndose hueco en el panorama profesional y buscar un puesto en el circuito continental que su padre contribuyó a engrandecer.
«No me he planteado objetivos. Voy a empezar poco a poco, como decimos en golf: golpe a golpe y manteniéndome en presente. Empezaré jugando la Escuela del Alps Tour. Estoy muy motivado y convencido de que he dado el paso correcto. Tengo mucha confianza en mí».
Por supuesto, no podían faltar unas cuantas palabras de recuerdo hacia su padre, Seve Ballesteros.
“Hoy es un día en el que me acuerdo especialmente de mi padre, todo o casi todo lo que sé de golf me lo enseñó él y me hubiera gustado que me viera hacerme profesional; estoy seguro de que estaría muy contento y se sentiría orgulloso”.
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