Zona Pro
Javi Colomo pelea por sus opciones en Malasia
Enrique Soto | 07 de septiembre de 2012
Un mal día de putt pudo terminar con sus posibilidades de victoria en el Worldwide Holdings Senator Masters (foto cortesía del Asian Tour)
Javi Colomo no vivió una vuelta cómoda y apacible en la tercera jornada del Worldwide Holdings Selangor Masters. Sería muy raro deducirlo echando un vistazo a sus números: 83% en greenes en regulación, 73% en precisión desde el tee. Sus 72 impactos (par del campo) solo pueden encontrar una explicación en los metros finales hasta el hoyo, donde Javi no pudo embocar las oportunidades que constantemente iba produciendo. “Ha sido uno de esos días en que partirías el putter en pedacitos y te quedarías tan ancho”, comentaba en Twitter al finalizar.
Pero Colomo no es el mismo que en temporadas pasadas. Conoce el viejo proverbio africano que dice que “la paciencia cocina una piedra”, y es capaz de ponerlo en práctica cuando más lo necesita. Titubeante en el área del juego que mayor capacidad tiene para desesperar al hombre más sereno, Javi finalizó sus once primeros hoyos con una secuencia perfecta de pares, buscando el premio a su insistencia pero sin llegar a encontrarlo. Cuando hacer un birdie supone un esfuerzo titánico es complejo sentirse preparado para los errores, que en el golf siempre piden su presencia en la obra. Después de conseguir arrebatarle un golpe al recorrido en el hoyo 12, ese error de tee a green apareció en el hoyo 17 en forma de doble bogey.
Es en este punto donde debe aparecer un área imposible de entrenar en la cancha de prácticas. Solo a partir de la experiencia y las cualidades personales de un jugador se puede llegar a reaccionar a lo que, en su situación, solo podía parecer una tragedia. La paciencia era aplastada por la realidad y solo unos reflejos felinos serían capaces de levantarla. Después de ese doble bogey, Colomo consiguió algo que solo había alcanzado en una ocasión en diecisiete hoyos, otro birdie al 18. Lo decía Luke Donald hace unos meses cuando se consolidaba como número uno del mundo: “Una de las estadísticas de las que más me siento orgulloso es de la que mide mis hoyos siguientes a los bogeys. Siempre reacciono rápidamente”. El golf no es un deporte que requiera una explosividad muscular elevada, pero cuando se trata de reaccionar ante los fallos cada segundo cobra una importancia capital. Los golfistas deben moverse tan rápido como las gacelas para digerir sus desaciertos.
Ese acierto en el último hoyo puede valer un campeonato, o quién sabe si una segunda o tercera plaza que le haga ascender en la Orden de Mérito del Circuito Asiático de la trigésima posición actual a los veinte primeros. Con una jornada por disputar, Colomo es sexto y se encuentra a seis golpes del veterano Thaworn Wiratchant, que busca su decimocuarta victoria en el circuito a sus 45 años. “La paciencia cocina una piedra”. Una vez finalizó el hoyo 18 se fue al putting green a seguir con la eterna labor de crecer como jugador. Si echamos un vistazo a sus últimos meses es fácil entender que lo está haciendo a un ritmo trepidante.
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