Un playoff de récord, una espectacular reacción de Sergio García y un desplome inesperado del líder tras la tercera jornada. Con estos mimbres se construyó el emocionante cesto de la jornada decisiva del Open de España 2013, un torneo que parecía discurrir por la senda de la placidez y que se descontroló en un desenlace inesperado.
El día comenzaba con la reacción fulgurante de Sergio García, que se ponía con -4 en tres hoyos y alentaba los sueños del numeroso público reunido en El Saler, uno de los mejores escenarios posibles para esta competición. Posteriormente, el de Borriol alternaba aciertos y errores, dejándose en los peliagudos greens valencianos gran parte de sus opciones de triunfo. Al final, después de marrar varias ocasiones claras, García terminaba claudicando en el 16 y en el 17, sumando tres golpes de más en su tarjeta que le arrebataron la posibilidad de jugar el desempate por el título.
En cabeza, el escocés Marc Warren, líder después de 54 hoyos, firmaba dos bogeys y un birdie en los primeros seis hoyos pero conseguía templar los nervios y mantenerse en la primera plaza. Por detrás, las alternativas se sucedían y el segundo español en liza, Nacho Elvira, conseguía igualar con Sergio García en la duodécima plaza, su mejor clasificación como profesional en un torneo auspiciado por el European Tour.
Mientras unos se desfondaban, otros se agarraban a la zona noble de la tabla. El chileno Felipe Aguilar se metía de lleno en la pelea, aunque un bogey en el hoyo 17 le dejaba con -5 y parecía descartarlo después de que Warren embocara una gran sacada de bunker en el 16 y restara un golpe que parecía decisivo después de sumar dos bogeys consecutivos en los hoyos anteriores. Por si acaso, se unían a la fiesta el joven alemán Maximilian Kieffer y el galo Raphael Jacquelin, este con un gran birdie en el hoyo final, que igualaban con -5 el resultado de Aguilar en la casa club.
Solo quedaba ver qué tal aguantaba la presión Marc Warren, que el año pasado se desplomó espectacularmente en el Open de Escocia. Pese a que el sábado afirmaba haber aprendido la lección, sendos bogeys en los dos últimos hoyos le dejaron destrozado y recordando aquella funesta semana de julio de 2012 en Castle Stuart en la que perdió tres golpes de ventaja en apenas cuatro hoyos.
Y después del momento fúnebre de Marc Warren, la locura del desempate más largo de la historia del Open de España, protagonizado inicialmente por Aguilar, Kieffer y Jacquelin. Fueron necesarios nueve hoyos de playoff para dilucidar el ganador de esta edición, igualando del récord histórico del European Tour protagonizado por José María Olazábal y Ronan Rafferty en el KLM Open de 1989 (Roger Chapman cayó en el primer hoyo de aquel desempate). En esta ocasión era Felipe Aguilar el que se quedaba fuera de juego en el tercer hoyo después de no igualar el birdie de sus compañeros, de modo que el desempate se quedaba convertido en un duelo singular germanofrancés.
Al final, después de un tenso intercambio de golpes y de que el francés desaprovechara varias opciones de birdie, el cansancio empezó a hacer mella y la séptima salida de Jacquelin en el desempate acabó cerca de las famosas uñas de gato del campo valenciano. Sin embargo, el francés se libró de lo peor y consiguió igualar un hoyo más, para a continuación rematar la faena en el noveno hoyo después de un brillante tiro a bandera y un certero putt.
Jacquelin, que logró su primera victoria en el European Tour en aquel Open de Madrid mítico de 2005 que sirvió como despedida extraoficial y homenaje a Seve Ballesteros, consigue así su cuarta victoria en el circuito y acaba con una sequía de dos años, iniciada con su triunfo en el Open de Sicilia de 2011.
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