El golfista estadounidense J. B. Holmes se someterá la semana que viene a una operación de neurocirugía para mitigar los efectos de una afección congénita que afecta al equilibrio y cuyos síntomas le han impedido rendir a buen nivel desde el The Players Championship.
Según el agente de Holmes, la intervención no tiene carácter invasivo ni pone en peligro la vida del jugador, pero es necesaria para aliviar los síntomas de la malformación de Chiari, un defecto estructural del cerebelo que provoca vértigo, problemas de visión y coordinación, entumecimientos y dolores de cabeza.
Holmes necesitará al menos un mes para empezar a entrenar de nuevo, con lo que se pierde los playoffs de la FedEx Cup.
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