De dominar contundentemente a sufrir a última hora. Así ha sido la atípica victoria de David Horsey en un Made in Denmark en cuyo desenlace ha habido más emoción que calidad y que ha resultado un espectacular éxito de convocatoria gracias al apoyo del público danés.
Pese a acabar con un 73 (+2) final, Horsey se ha anotado su cuarta victoria en el European Tour al acabar con dos golpes de margen sobre un cuarteto variopinto en el que figuran Kristoffer Broberg, autor de un gran 62 que le permitió escalar 50 plazas en la clasificación, el local Soren Kjeldsen, en su torneo 500 en el European Tour, y los australianos Daniel Gaunt y Terry Pilkadaris.
Precisamente este último partía como principal rival de Horsey y hasta el hoyo 13 se mantuvo a rebufo, a un solo golpe del inglés. Sin embargo, a partir de ahí enganchó una funesta racha de bogey y doble bogey que le alejaba definitivamente de la primera plaza, aunque el a la postre campeón no estuvo muy preciso en el tramo final y tuvo que contener sus nervios para cerrar el triunfo.
«Es fantástico y solo ahora empiezo a asimilarlo. Durante los últimos hoyos he intentado concentrarme al máximo y probablemente me haya venido bien que no hubiera muchos marcadores», resumía Horsey, que también tenía palabras elogiosas para los congregados en el Himmerland Golf & Spa Resort. «El público ha estado increíble. En el Reino Unido tenemos buenos fans, pero los de aquí son fantásticos y muy bulliciosos. Que te aplaudan así en todos los greens es impresionante
Con respecto a los españoles, Adrián Otaegui ascendió a la vigésimo séptima posición en la última jornada, Pedro Oriol escaló hasta la trigésimo quinta con un gran 68 final, Álvaro Velasco finalizó cuadragésimo cuarto, Eduardo de la Riva, quincuagésimo tercero, y Carlos del Moral, octogésimo cuarto.
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