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Hank Haney y The Big Miss: lo que pudo ser y no fue

Enrique Soto | 03 de abril de 2012

Es muy probable que nunca un libro sobre golf haya levantado tanta expectación en los medios. Todo ha estado calculado al milímetro. Se anuncia que Hank Haney ha escrito una obra sobre el periodo que trabajó para Tiger Woods, quien no pasaba precisamente por su mejor momento de juego, y se empiezan a diseminar cuidadosamente sus detalles más escabrosos. Poco tenían que ver con el golf, pero sin duda darían que hablar.

Woods no da muchas propinas. No le cae muy bien Mickelson, ni Poulter, ni prácticamente cualquier jugador que le suponga una competencia real. Gastó una broma a Zach Johnson simulando que veía una película porno y le gustaba entrenar con los Navy SEALs (Sea, Air and Land), lo que finalmente desembocó en su lesión de rodilla. Son el tipo de curiosidades que Haney deja caer a lo largo de las más de doscientas páginas de The Big Miss y que han hecho de este libro un auténtico éxito mediático. No solo se consiguió publicidad, sino que hablar del volumen era fundamental.

Una vez iniciada la lectura del libro lo que uno se encuentra es bien distinto. Haney consigue que el lector se ponga en su piel desde la primera página y le hace partícipe del momento en que conoció a Tiger Woods, cuando todavía no era profesional. Es un movimiento crucial en su obra y uno de sus mayores aciertos. A partir de ese momento todo lo que se puede leer e imaginar se hace a través de los ojos de Hank Haney: la primera impresión que le trasmitió el joven Tiger; lo que pensaba de su swing cuando ganó tres U.S. Amateur Championship o entrenaba con Butch Harmon; los cambios que, a su parecer, tenía que introducir en su movimiento e incluso un Woods mucho más íntimo, el que pasaba tiempo con su familia o, más tarde, sólo en casa.

La voz que une los detalles más personales de su vida y la que habla del animal competitivo es la misma a lo largo de toda la obra, y eso la dota de un gran magnetismo. Pero lo que verdaderamente la distingue de otras es el acercamiento más personal que hace en torno a Tiger. Cómo es realmente el jugador que mayor dominio ha impuesto en la historia del golf es un tema recurrente a lo largo del libro y gracias a las situaciones que presenta Haney es fácil hacerse una idea de la personalidad de Woods. Ahí los detalles propios de la prensa rosa dejan de ser relevantes y básicamente se describe a una persona adicta a su trabajo y con una capacidad fuera de lo normal para concentrarse y sacar lo mejor de sí mismo cuando más lo necesita. El Woods deportista queda reflejado como el mejor que ha existido nunca, mientras que el Tiger más personal queda retratado en múltiples ocasiones.

Es el punto donde The Big Miss pierde mucha fuerza. Haney ha defendido durante las últimas semanas que su libro habla “sobre golf” e intenta alejarlo de la campaña de publicidad que tanto poder mediático le ha conferido. Sin embargo, a lo largo de la obra nos habla de la relación con su exmujer, Elin Nordegren, en base a los treinta días al año que pasaba en el domicilio del matrimonio, o del momento en que Tiger no habla especialmente bien de Ian Poulter o Phil Mickelson. La cadena de detalles innecesarios llega hasta la mujer de Steve Williams, que al enterarse de la segunda vida de Tiger desconfió enormemente de su marido. Hank Haney defiende a ultranza que ha escrito un libro sobre golf pero, desgraciadamente, todo esto tiene poco que ver con el deporte. Al intentar retratar la personalidad de Woods a través de detalles de su vida no sólo consigue restarle importancia a los capítulos centrados únicamente en el golf, sino que además hace mella en la veracidad de muchas de sus historias.

Existe una pequeña reflexión al final de The Big Miss que resume bastante bien el modo en que Haney habla del Tiger más personal. “Creo que he sido un gran amigo para ti. Siento que no he recibido lo mismo a cambio”. Ese espacio vacío entre ambos se repite a lo largo de todo el libro. Después de utilizar calificativos relacionados con Woods tales como “egoísmo”, “frialdad”, “tacañería” o “mezquindad”, decide finalmente darle las gracias por la oportunidad que le prestó en su momento.

La verdadera obra que el entrenador de Tiger Woods podría haber escrito se esconde detrás de las descripciones que hace de ambos solos, en la cancha de prácticas, hora tras hora en busca de un mejor movimiento para el que probablemente sea el mejor golfista de la historia. Es una verdadera lástima que en ocasiones se ponga a la altura de muchas de las aventuras que Woods tuvo durante su matrimonio porque, además de quitarle relevancia a las historias verdaderamente interesantes, hacen que su libro sea, en sus propias palabras, “una gran pérdida”. Eso sí, si el lector busca unas horas de ameno entretenimiento y quiere hacerse una idea más clara de quién se esconde detrás de la figura del gran Tiger Woods, puede probar a leer The Big Miss.

1 comentario a “Hank Haney y The Big Miss: lo que pudo ser y no fue”

  1. El 3 de abril de 2012 Hank Haney y The Big Miss: lo que pudo ser y no fue « Enrique Soto ha dicho:

    […] Publicado en Crónica Golf Compártelo:TwitterFacebookMe gusta:Me gustaSé el primero en decir que te gusta esta post. Publicado: 03/04/2012 Filed Under: Sin categoría Etiquetas: Butch Harmon : Elin Nordegren : Hank Haney : Ian Poulter : Libros : Phil Mickelson : The big miss : tiger woods : Zach Johnson […]

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