Con sus nueve birdies del sábado, Haas advertía que por muy complicado que fuera el campo de Congressional, sede del AT&T National. su juego encajaba perfectamente en las demandas que este par 71 hace a los aspirantes a la victoria. Un día después, el americano acabó llevándose el título que un año atrás consiguiera Tiger Woods gracias a un nuevo recital que incluyó seis birdies y un solo bogey. Con este triunfo, consigue una hazaña que solo jugadores de la talla de Dustin Johnson, Justin Rose y Phil Mickelson habían logrado: firmar cuatro victorias en las últimas cuatro temporadas del PGA Tour.
Si alguna conclusión podemos sacar de este dato es que Haas es uno de los jugadores más regulares que se han visto en los últimos años en el PGA Tour. A principios de 2010 no contaba con ninguna victoria. Hoy, suma ya un total de cinco entre la que destaca el Tour Championship de 2011 con el que se llevó los 10 millones de dólares de la FedEx Cup. Esta temporada ya venía avisando de que estaba preparando algo grande, con 6 finales entre los 10 primeros en los 15 torneos disputados hasta su llegada a Congressional. Tras un domingo dividido en dos actos, se pone 7º en la FedEx Cup.
El primer acto fue el de la fase más abierta del torneo, con seis jugadores llegando a coliderar en algún momento de la jornada final. Coincidió éste con la versión más apagada de Haas, con solo un birdie y un bogey en sus primeros 7 hoyos, pero a partir de ahí, los aspirantes al título se fueron cayendo de la pelea. El futuro ganador puso en marcha la máquina de hacer birdies y en el hoyo 8, un putt de 3 metros abría la veda. En el par 5 del 9, se enfrentaba a un tercer golpe con su bola manchada de barro. Pero no importaba. Era su día. Approach que aterriza a 4 metros y otro acierto para apuntar en la tarjeta.
A partir de ahí, se cerró el primer acto y con él, se esfumaron las posibilidades de los rivales de Haas. Durante los nueve segundos hoyos, mantuvo al menos una ventaja de dos golpes en todo momento, ayudado por los birdies conseguidos en los hoyos 10, 14 y 16. Finalmente fue el jugador que más aciertos firmó (25) durante toda la semana y eso, en un campo como Congressional en el que la victoria puede llegar esperando los bogeys de tus contrincantes, fue definitivo.
Roberto Castro aguantó el tipo durante buena parte del mencionado primer acto a pesar de comenzar con bogey, pero no pudo aguantar el ritmo de birdies impuesto por Haas. Los otros dos jugadores que colideraban con ambos tras 54 hoyos, Andrés Romero y James Driscoll, nunca tuvieron opciones de victoria durante el domingo. El argentino (75 golpes, +4) dijo adiós con un doble bogey en el hoyo 3 y acabó cayendo hasta la 13ª plaza, mientras que Driscoll (74 golpes, +3) fue incapaz de hacer un birdie en toda la jornada.
Tampoco fueron suficientes los intentos de dos jóvenes talentos como Jordan Spieth y D.H.Lee. El americano comenzó embocando su golpe de bunker de 115 metros en el hoyo 1 para eagle y embocando un chip de birdie en el 3, pero hasta ahí le llegó la gasolina y su 69 final se quedó sin premio. Por su parte, Lee firmó un soberbio 64 (-7) con el que remontó desde la 20ª posición para acabar empatado en tercer lugar. Con nueve birdies, suya fue la mejor tarjeta del torneo, pero el lastre de su 75 del sábado pesaba demasiado. De este modo, los aficionados de Congressional se llevarán buen recuerdo del surcoreano después de que en un momento de la tercera jornada, un mal golpe a green acabara con Lee haciendo un desconsiderado gesto a los espectadores con el dedo corazón de la mano.
El día acabó en Maryland con Tiger Woods, defensor del título aunque ausente en la competición por sus problemas en el codo, dando el trofeo al ganador. El número 1 del mundo, cuya fundación auspicia el torneo, consideró que la clave para la victoria de Haas fue lo bien que manejó la situación en la parte más complicada del campo (hoyos del 11 al 15). «Ha jugado precioso», sentenció.
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