No es raro el caso de los jugadores que se toman un tiempo de respiro para «coger carrerilla» antes de dar el salto al circuito sénior, golfistas de mucho recorrido que dejan de ser competitivos y prefieren planificar a fondo su siguiente etapa profesional, pero el caso de Greg Turner, primer líder del Berenberg Masters, es algo más atípico.
Después de una exitosa carrera en el European Tour, el neozelandés Turner optó por colgar los palos hace diez años para centrarse en su labor como diseñador de campos de golf en su país de origen, y solo la insistencia de su amigo Peter Fowler le convenció para volver a la competición activa. Una buena actuación en el US Senior PGA Championship, un vigésimo puesto en el Senior Open Championship de la semana pasada en Royal Birkdale y un espectacular 65 en la primera vuelta del Berenberg Masters parecen indicar que Turner ha acertado al volver al mundo de la alta competición.
De momento, el neozelandés saca dos golpes de ventaja a un trío estelar compuesto por el inglés Barry Lane, el galés Ian Woosnam y el alemán Bernhard Langer, aún con el corazón en un puño después de haber perdido el pasado lunes el desempate del Senior Open Championship contra el estadounidense Mark Wiebe.
El mejor de los españoles es el madrileño Santi Luna, decimonoveno con -1, mientras que en la vigésimo cuarta plaza se encuentran Juan Quirós, Miguel Ángel Martín y Domingo Hospital, al par del campo.
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