«¿Os acordais de lo de ayer? Pues hoy, exactamente lo contrario…». Así definía un frustrado Gonzalo Fernández-Castaño su segunda vuelta en el Memorial Tournament, poniendo de manifiesto el complicado final de vuelta protagonizado en los últimos hoyos de Muirfield Village. Si el jueves concluía con cuatro birdies consecutivos para convertir su +4 en una vuelta al par, ayer viernes cambiaban las tornas. Acababa firmando un 74 (+2) con el que pasa el corte pero pierde posiciones de cara al fin de semana. Su +2 total le sitúa en la posición 57º, a un golpe de Tiger Woods (46º con +1) y a once del momentáneo líder Bill Haas (-9).
El día amaneció frío y con viento en Ohio. En el turno de mañana, el jugador madrileño se recuperaba pronto del bogey del primer hoyo, llegándose a poner -2 en el día a la altura del hoyo 13 con tres birdies. Sin embargo, en el 14 empezaban los problemas. Su drive se fue al rough de la derecha y su segundo golpe no fue malo del todo, aterrizando en el rough intermedio de alrededor de green. Desde ahí, Fernández-Castaño aprochó dejando la bola a 3 metros del hoyo y su oportunidad de salvar el par se convirtió en un tripateo que le hizo salir con doble bogey de este par 4. El varapalo se ampliaba en los hoyos 16 y 17 donde sendos bogeys hacían que acabara con una segunda vuelta de 74 golpes.
Empata así en la clasificación con otros entre los que se encuentra un Rory McIlroy que estuvo más entonado el viernes que en la jornada anterior. El norirlandés es uno de los jugadores que no pudieron concluir su segunda jornada por falta de luz. El sábado comenzará para él en un bunker de green del hoyo 15 con un parcial de -4 en los 14 hoyos disputados hasta que sonó la bocina. Tras coquetear con la línea del corte, los potentes drives y certeros putts llevaron a McIlroy a una posición más cómoda en la tabla aun no siendo esta definitiva.
Está en estos momentos el ex número 1 del mundo con un +2 al mismo tiempo que Tiger Woods tampoco está firmando su mejor comienzo en un torneo que ha ganado cinco veces. Volvió a tener problemas el defensor del título con el hoyo 15, donde salió con un doble bogey que marcó la tendencia del resto de su vuelta. Una vuelta «de dura lucha» tal y como definió él. A mitad de recorrido marchaba +3. Parecía que podía maquillar los fallos con dos birdies en la segunda mitad, pero un bogey en el último hoyo le hace empezar el fin de semana a diez golpes del líder Bill Haas. «Las condiciones eran bastantes duras pero yo tampoco he jugado mi mejor golf». Con su acumulado de +2, Tiger firma su peor comienzo en el Memorial desde que llegara al campo de Nicklaus por primera vez en 1997.
Ahora se le presenta un nuevo reto: nunca antes ha ganado un torneo del PGA Tour estando a esta diferencia del primer clasificado a falta de 36 hoyos. En Torrey Pines en 1999 se impuso el domingo tras comenzar a nueve golpes de desventaja a mitad de torneo. En Muirfield Village, de sus cinco victorias, la que ha implicado una mayor remontada llegó con un déficit de seis golpes.
De momento, el que manda es Haas, autor de un meritorio 67 (-5) en condiciones ventosas que incluyó un eagle desde la arena en el hoyo 5, cinco birdies y dos bogeys. Los primeros recuerdos del americano en este campo se remontan a aquel año en el que hizo de caddie a su padre Jay Haas en los mismos hoyos en los que hoy lidera. «Aunque no he tenido mucho éxito aquí, me encanta volver y lo estoy deseando cada año. Parte de ello puede ser porque siempre he escuchado a mi padre decir cuánto le gustaba esto y lo bien que lo hizo aquí.»
Con su acumulado de -9 afronta en estos momentos una ventaja de tres golpes respecto a los segundos clasificados, Matt Kuchar, Kyle Stanley, Bubba Watson y Charl Schwartzel, todos ellos con -6 aunque solo Kuchar ha concluido su segunda vuelta. Guan Tianlang, el chino amateur de 14 años, falló el corte tras una segunda vuelta de 79 golpes (+7), siendo el segundo fin de semana en el que no estará presente de los cuatro torneos disputados en los últimos meses en Estados Unidos.
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