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González siempre dispara al blanco

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Enrique Soto | 23 de agosto de 2013

La teoría dice que para ganar un torneo es preciso haber perdido otros muchos con anterioridad. Es el camino lógico que siguen la mayoría de profesionales: se asoman con regularidad a los primeros puestos, salen al domingo con opciones y, eventualmente, alzan un trofeo sonrientes. Eso, al menos, es lo que viene en los manuales. Otro jugadores pueden seguir una vía distinta hacia el éxito, por ejemplo, Ángel Cabrera, que estuvo a punto de ganar el último Masters tras pasar meses deambulando por el olvido. Un compatriota suyo parece seguir sus mismos pasos en el Johnnie Walker Championship.

Geneagles no es el mismo campo que albergará la Ryder Cup el año que viene. El rough está prácticamente a la misma altura que la calle y sus greenes, tras las recientes lluvias, están receptivos y amables, óptimos para procurarse oportunidades de birdie. Los más pegadores cuentan con ventaja, ya que la precisión desde el tee no es tan importante como la contundencia hacia las banderas. Ricardo González, a pesar de sus cuarenta y tres años, puede darle muy duro a la bola, y su determinación es asombrosa. Sus casi quince temporadas en el Circuito Europeo le han dejado cuatro victorias, la mayoría llegadas de la nada, en arreones de brillantez. Una semana confiado y, de repente, el argentino disparaba de nuevo al blanco; ni rastro de oportunidades perdidas ni tendencias positivas.

Ayer firmó 65 golpes gracias a siete birdies y un eagle, por tan solo dos errores, y hoy, tras llevar una vuelta de menos dos tras 13 hoyos, finalizó con cinco aciertos consecutivos. Ahí quedaba un mensaje a la competición: “Cazadme si podéis”, parecía decir. Su acumulado de menos catorce le otorga un impacto de ventaja frente a otro bombardero, el austriaco Bernd Wiesberger, y dos sobre Mark Foster y Tommy Fleetwood. Brooks Koepka está a cuatro de distancia y Thongchai Jaidee, Brett Rumford y Fredrik Andersson Hed a cinco, con menos nueve.

“Es una semana muy importante para mí porque no he jugado bien el resto de la temporada”, declaró el líder, sin top 10 este año. “Firmar dos vueltas de 65 es increíble. He descansado cinco semanas pero he jugado 18 hoyos todos los días en casa, en Rosario. Es un buen campo para mí, que soy pegador, pero también estoy pegándole recta”.

Álvaro Quirós es el mejor español en Gleneagles, tras alcanzar un acumulado de menos siete (decimotercero). Una gran segunda vuelta, de 67 golpes, le ha permitido ascender casi treinta puestos en la clasificación. Diez calles y catorce greenes en regulación fueron sus argumentos para conseguir cinco birdies y un eagle, por tan solo dos bogeys. Ignacio Garrido cayó hasta la vigésimo novena plaza tras realizar un 73 (menos cinco total); Jorge Campillo, Rafael Cabrera-Bello y Eduardo de la Riva están con menos cuatro (cuadragésimo terceros) y José María Olazábal, con menos tres, ocupa la quincuagésimo novena plaza.

El resto de la Armada no consiguió superar el corte, finalmente situado en menos tres. Pablo Larrazábal se quedó en menos dos, Carlos del Moral al par, José Manuel Lara con más uno y Alejandro Cañizares con más tres.

Resultados completos