Debe haber domingos en los que un jugador, al saberse a seis golpes de desventaja respecto al líder, por mucho que se mentalice de que todavía le queda una pequeña posibilidad de victoria sepa realmente que sus opciones son pocas. Brian Gay, vencedor del Humana Challenge, llegó al tee del 1 del Palmer Private Course con solo un pensamiento. La estrategia estaba clara. «Sé agresivo. Haz los menos golpes que puedas». Tan básica como efectiva.
Parecía que el torneo estaba sentenciado por Scott Stallings, líder con cinco golpes de ventaja tras 54 hoyos, cuando ampliaba ésta a seis con un comienzo de última jornada espectacular, haciendo birdie en los hoyos 2, 3 y 4. Sus perseguidores más inmediatos no eran sus compañeros de partido Roberto Castro y Stewart Cink sino el rookie sueco David Lingmerth, Charles Howell III y Brian Gay.
En un asequible escenario de esta ronda final, los birdies caían en las tarjetas de sus rivales por todas partes y poco a poco el margen se estrechaba. Hasta llegar a los hoyos finales donde un bogey en el 16 igualaba el marcador. Tras hacer birdie en nueve de los primeros trece hoyos, Gay concluía con cinco pares consecutivos, fallando putt para birdie de tres metros en el 18 con el que conseguía el -25 que ya mandaba en casa club desde que Lingmerth lo impusiera minutos antes con su 62 (-10) final.
Howell firmó un 64 (-8) después de tripatear el 18 para firmar un par final que le dejaba empatado con ambos. El playoff dependía de Stallings, ya que si hacía birdie en el último hoyo dejaría a sus rivales con la miel en los labios. Y parecía que sería así cuando tras pegar un drive de 315 yardas, Stallings afrontaba su segundo golpe en este par 5 con hierro 6, pero su bola acabó en el agua. Debía embocar desde fuera una vez aplicado el golpe de penalidad si quería llevarse la victoria o hacer approach y putt para meterse en el playoff, pero no fue capaz de embocar su putt de 3 metros y todo se acabó para él.
En el primer hoyo del playoff entre Gay, Howell III y Lingmerth, el número de aspirantes se reducía con el bogey del sueco en el 18. Gay y Howell III quedaban como únicos supervivientes y ya con la luz cayendo en el complejo de La Quinta, el hoyo 10 fue quien decidió todo. Jugaron este par 4 de manera completamente diferente, con Gay partiendo la calle con su bomba de 300 yardas y dejando su segundo golpe a dos metros mientras que Howell visitaba rough y bunker.
Gay acabó teniendo la oportunidad de hacer dos putts para ganar pero finiquitó a la primera con un birdie que le valía para sumar su cuarta victoria en el PGA Tour. 2012 será recordado por él como un año aciago en resultados pero puede que importantísimo aún así por el trabajo realizado. Considerado como un pegador corto en su trayectoria en el PGA Tour, se puso a trabajar con Joe Mayo y Grant Waite para ganar metros, cansado de la desventaja a la que enfrentarse torneo tras torneo desde el tee.
«Todo mi juego se basaba en la precisión y en el juego corto. Siempre he sido un pegador corto en el PGA Tour y sentía como si estuviera haciéndome mayor y haciendo menos metros cada vez». Encontrada la fórmula de la eterna juventud a base de distancia, Gay puede volver a ser el jugador que consiguió tres victorias en las temporadas 2008 y 2009.
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