Son prácticamente innumerables los jugadores que consiguieron ganar por primera vez en el Circuito Europeo. Quizá sea por aquello que dicen, que no es llegar, sino mantenerse. Superar un listón que a continuación vuelve a elevarse hasta formar uno mayor, en la escalera infinita de peldaños que supone el deporte. Por eso la situación de Tommy Fleetwood, Victor Dubuisson o Joost Luiten no era sencilla. Se habían confirmado como firmes candidatos a ocupar puestos Ryder en un futuro no muy lejano gracias a sus victorias de 2013, pero la incertidumbre les iba a seguir persiguiendo a través del tiempo; hasta que demostraran al mundo y a ellos mismo que no era solo una buena racha, sino unos jugadores hambrientos instalándose en la élite.
El primero venía de demostrar unos nervios de acero en Gleneagles ante Ricardo González, un hombre que aparece pocas veces en las primeras posiciones pero que siempre se las apaña para aprovechar sus oportunidades, muy al estilo argentino de Ángel Cabrera. El viento de Durban no consiguió frenar a Tommy durante las dos primeras jornadas, en las que entregó tarjetas de 70 y 67 impactos. A diferencia de sus rivales, no necesitó de grandes alardes para llegar al menos siete, sino que, simplemente, falló menos que el resto; una receta que Jack Nicklaus calificó como uno de los principales secretos detrás de sus dieciocho grandes. Su tercer día en el Volvo Golf Champions fue una continuación de los anteriores, tanto por el viento como por sus aptitudes. Cuatro birdies, un bogey y el liderato de un torneo abierto y generoso desde el menos diez. Fleetwood vuelve a ponerse a prueba desde la cima.
Un golpe por detrás tendrá a un jugador que se mostró inmutable a los ataques de un tal Woods en Turquía. Victor Dubuisson no es el típico chico que surge en la élite, sino que ha seguido su propio camino, agresivo y compulsivo, para destacar. No es tan contundente como Tommy, sino que basa su estrategia en un ataque nada organizado de cada bandera del recorrido, sabedor de que cuenta con el talento para dejarla siempre cerca. A su menos seis de los dos primeros días unió un nuevo menos tres en el tercero, situándose en el menos nueve a pesar de las evidentes dificultades que soplan en Durban. Veintitrés años. Una semana más en la brecha.
Junto a él, y también acechando a Fleetwood, se ha situado el hombre del albatros. Luiten no acostumbra a dejar enormes destellos de calidad a lo largo de los campeonatos que disputa, sino que basa sus planteamientos en lo que a veces se denomina como “golf aburrido”, es decir, predecible. Justo ese calificativo es de lo más complejos de alcanzar en el deporte aleatorio por excelencia, en el que una bola vuelta a través de millones de moléculas (o universos, que decía O’Grady) para terminar cerca del agujero. Son ya tres triunfos para Joost en su carrera (dos en 2013), pero su apetito está lejos de sentirse saciado. Un día nuevo y una nueva vuelta bajo par. Menos dos, a uno del líder.
Y frente a todo este batallón de encantadoras promesas europeas se ha situado Loouis Oosthuizen, el campeón defensor y ganador del Open, con menos ocho. Branden Grace cierra las esperanzas locales desde el menos siete, mientras que Jamie Donaldson y Raphaël Jacquelin aguardan desde el menos seis. Miguel Ángel Jiménez es decimoquinto con menos tres, Gonzalo Fernández-Castaño vigésimo séptimo con más dos y José María Olazábal trigésimo sexto con más once. Las promesas, por su parte, prometen una batalla memorable el domingo.
Charl Schwartzel Darren Clarke Durban Country Club European Tour Gonzalo Fernández-Castaño Joost Luiten José María Olazábal Kiradech Aphibarnrat Louis Oosthuizen Matteo Manassero Miguel Ángel Jiménez Peter Uihlein Race to Dubai 2014 Raphaël Jacquelin Thomas Björn Tommy Fleetwood Victor Dubuisson Volvo Golf Champions
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