Duro mazazo el que se llevó ayer el equipo internacional de la Presidents Cup tras una jornada de fourballs aciaga para sus intereses. A pesar de afrontar el sábado con motivos para ser optimistas, llegando a la segunda mitad de torneo con tan solo un punto de desventaja, la superioridad americana acabó imponiéndose hasta poner el 10,5-6,5 en el marcador con el que comenzaron los enfrentamientos a foursomes de la tercera jornada, margen que se amplió tras la victoria conseguida en el único partido de los fourballs que dio tiempo a terminar. El marcador, antes de la reanudación de este domingo, refleja un 11,5 a 6,5 para los americanos, a falta de cuatro partidos a mejor bola y los doce partidos individuales.
En una desordenada edición del torneo por culpa de la inclemencia meteorológica, el sábado se planteaba como un largo día. Primero habría que acabar los cuatro partidos de la segunda jornada y luego disputar dos sesiones de cinco partidos, primero a fourballs y posteriormente a foursome. Y a nadie se le hizo tan largo como a Nick Price. A pesar de ir por delante en todo momento en el marcador global, daba la sensación de que los americanos se encontraban algo desconcertados ante el aguante internacional. Tras dos días de resistencia, éstos acumulaban méritos que invitaban a pensar que ésta podría ser la edición de su segunda victoria, la primera en suelo americano, pero fue comenzar los fourballs del sábado y la esperanza, como Muirfield poco a poco, se aguaba.
Solo Day/DeLaet fueron capaces de dar una alegría a Nick Price , quien veía impotente como mirase donde mirase, la situación era mala para los suyos. El australiano y el canadiense volvieron a dar una lección de juego esta vez contra una dupla como la de Spieth/Stricker que contaba por victorias sus dos partidos anteriores. Minutos antes de que concluyeran éstos, Bradley/Mickelson habían sumado ya el primer punto de la serie para los americanos después de ir por debajo en el marcador de los hoyos 3 al 8 y ponerse en posición dominante en el 12 antes de finiquitar su partido en el 17 por 2&1.
La victoria más contundente del día la protagonizaron Haas/Simpson ante Cabrera/Grace. El argentino, capaz de lo mejor y de lo peor en un campo de golf, está siendo más el jugador que pasa desapercibido en los torneos del PGA Tour regular que aquel talento puro que saca lo mejor de sí mismo en los Majors. Nunca acabó de conectar con el sudafricano Grace como refleja su derrota por 4&3.
El resto de partidos llegaron al 18, con Mahan/Snedeker dominando de principio a fin antes de ganar 2up a Oosthuizen/Schwartzel en un partido mucho más cómodo para los americanos que el de Woods/Kuchar contra Scott/Matsuyama. La pareja fuerte internacional estableció su superioridad en el marcador hasta el hoyo 14, donde un birde de Kuchar hizo que los americanos comenzaran su camino hacia un punto que dejaba la sesión de fourballs en 10,5-6,5.
Por la tarde, en los foursomes, Price metió en el campo de manera conjunta a Johnson/Dufner, pareja que había descansado por la mañana y que fueron los únicos capaces de acabar su partido. Su victoria por 4&3 sobre los descartes mañaneros de Price, Leishman/Sterne, hace que el marcador sea todavía más favorable para los americanos.
Los otros cuatro partidos a golpes alternos reflejan un empate entre Mickelson/Bradley y Day/DeLaet, mientras que Haas/Stricker vencen a Matsuyama/Scott 2up, mismo margen por el que Els/de Jonge dominan ante Woods/Kuchar. En el último enfrentamiento, Oosthuizen/Schwartzel tienen su partido encarrilado ante Simpson/Snedeker.
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