Las circunstancias han conspirado para que el desenlace del Volvo China Open vaya a convertirse en un espectacular duelo a múltiples bandas protagonizado por al menos 20 jugadores, aunque la cifra podría reducirse notablemente si alguno de los cuatro colíderes da un golpe encima de la mesa a primeras de cambio.
En cabeza, un curioso cuarteto compuesto por dos golfistas locales, Ashun Wu y el joven astro Hao-tong Li (segundo la semana pasada en el Shenzhen International), y dos foráneos, el francés Alexander Levy, defensor del título, y el inglés David Howell, cuarto la semana pasada. Wu y Li intentan convertirse en los prmeros jugadores chinos que ganan un torneo del European Tour en casa, mientras que Howell, cuya última victoria llegó en St. Andrews hace dieciocho meses, conseguía neutralizar la ventaja inicial de Levy y vuelve a colocarse en disposición de luchar por el título apenas una semana después de su último intento.
«Ha sido un buen día para mí. A primeras de cambio tuve unas cuantas oportunidades que no aproveché, pero conservé la paciencia y los birdies llegaron», explicaba Howell.
Pero la nómina de posibles ganadores se dispara al bajar en la clasificación, ya que la en la quinta plaza, a dos golpes de los líderes, aparece otro póquer comandado por Richie Ramsay y en el que también figuran dos golfistas que han demostrado que se le puede sacar resultado al peliagudo Tomson Shanghai Pudong Golf Club: Magnus A. Carlsson, autor de un gran 65 (-7) y Seve Benson, a la zaga con 66. Tampoco hay que olvidarse de los jugadores que figuran con -4, como Julien Quesne, líder tras la segunda jornada, Emiliano Grillo o Matteo Manassero, si bien están a merced de lo que ocurra en la zona más alta.
Por desgracia, el único español que superó el corte, Rafa Cabrera-Bello, no pugnará por el triunfo a causa del 74 entregado en el tercer parcial después de un día complicado en los greens del campo chino. El grancanario es trigésimo séptimo al par del campo, a cuatro golpes del top ten.
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