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Zona Pro

El tiempo de los cazadores furtivos

Enrique Soto | 08 de mayo de 2013

Una vez disputados el Masters y los dos primeros World Golf Championship de la temporada, los mejores jugadores del mundo afrontan la parte crucial de su calendario, la que señalaron en rojo en 2012 y la que dirimirá si todo el trabajo invertido desemboca en una gran recompensa. El verano está a la vuelta de la esquina y el mundo del golf espera impaciente: The Players, el U.S. Open, el Open Championship y, por último, la segunda semana de agosto, el PGA. Esta semana se abre en Sawgrass una coto especial para los cazadores furtivos; aquellos que tienen en mente ganar en las citas importantes, que viajan a los torneos regulares del circuito solo para prepararse para estas fechas y que coleccionan triunfos como parte de una rutina voraz y sangrienta. El diseño de Pete Dye les espera sonriendo.

Ha pasado ya mucho desde que Woods ganara aquel último major en Torrey Pines, cuando sus propios rivales quedaban impresionados por su impasible competitividad. Sin embargo, durante los últimos meses, hemos visto cómo el Tigre se reponía de su viejas heridas y comenzaba a ganar de nuevo con los mismos argumentos de siempre: líder afrontando la última jornada y control absoluto del torneo. Sucedió en el Farmers, en el Cadillac, en Bay Hill y estuvo a punto de volver a suceder en Augusta, antes de que su bola impactara contra el mástil de una bandera. Aquel golpe cambió el devenir del primer grande del año y sonó como un disparo en el silencio: bang, Woods perdía el liderato y se cubría el rostro con su gorra. Es la última prueba en la que hemos podido verle y llega al The Players con la mirada certera de los tiempos del Tigre. Primero en media de golpes, de nuevo el rey de los greenes y matador en una de las estadísticas que le convirtió en un monstruo: casi el 60% de birdies en los pares 5.

Poco tiene que ver este recorrido con los que se jugarán el resto del año. Buena prueba de ello son los números de Tiger allí: quince participaciones, una victoria; muy lejos de su rendimiento en sus campos fetiche. Phil Mickelson también sabe algo de esto: le costó horrores acostumbrarse a evitar los peligros que Pete Dye había planeado y tuvo que adaptar su juego a las fauces de Sawgrass. Desde entonces se ha mostrado más certero que nunca y no ha fallado un corte desde el 2003. Ha sabido agachar la cabeza desde el tee, buscar siempre la calle y hacer algo que va contra sus instintos más naturales: buscar la bandera solo en determinados hoyos. Tercero la semana pasada en Quail Hollow, él también tendrá mucho que decir en The Players.

En proceso de aprendizaje se encuentra todavía Rory McIlroy, todavía pendiente de pasar un corte en este campo. Sí le son familiares las trampas de Dye, que esquivó una a una en el pasado PGA (ocho golpes de ventaja frente al segundo), pero para ello necesita reencontrarse con su versión más certera y agresiva. Han sido unos meses duros para el norirlandés, que ha perdido el número uno, no ha ganado una sola prueba y todavía tiene grabado en la memoria aquellos meses mágicos de 2012, cuando todo parecía más sencillo. Pero si por algo se ha caracterizado este chico es por saber reponerse de las caídas y volver con más fuerza que nunca. Lo vimos tras su debacle en el Masters y la posterior masacre de Congressional; tras una pasada temporada apática y su resurgir cual fénix incendiado en Kiawah Island. Imaginen lo que puede venir después de este comienzo de año.

Y si hablamos de resurrecciones, no dejemos a un lado a Sergio García. Perdido por los campos durante dos temporadas aciagas, en las que incluso se vio obligado a renunciar a su competición favorita, la Ryder Cup, para pasar a ser segundo en media de golpes en 2013 por detrás del tiránico Woods. No ha fallado un solo corte, su peor resultado es un decimoséptimo puesto en el Accenture y le hemos visto subirse a un árbol o incluso chipear en el green, en lo que se antoja como una versión mejorada, más madura, inteligente y ambiciosa del Niño que deslumbró allá por 1999. “Claro que he cambiado”, dijo hace unas semanas. Puede ser el cuarto jugador de la historia en triunfar en este campo dos veces, siguiendo los pasos de Hal Sutton, Davis Love III y Fred Couples.

Por otro lado está Gonzalo, que se enfrentará por primera vez a las exigencias que plantea Dye en Florida. Ha conseguido el objetivo de toda una temporada (la tarjeta del PGA Tour) en tan solo cinco eventos y es evidente que su confianza en sí mismo se ha disparado hasta cotas inexploradas. Es su mejor aval ante lo desconocido: seguir jugando como lo ha hecho hasta ahora. Seguir creyendo en terminar un domingo el primero.

Pero no perdamos la perspectiva con cuatro o cinco nombres. Jason Day, Brandt Snedeker, Rickie Fowler, Hunter Mahan, Jim Furyk, Louis Oosthuizen, Graeme McDowell, Adam Scott, Keegan Bradley, Dustin Johnson, Ian Poulter, Lee Westwood, Martin Kaymer, Webb Simpson, Justin Rose, Luke Donald, Charl Schwartzel, Matt Kuchar… La plana mayor busca en Sawgrass levantar un gran trofeo que, aunque no es un major, sí abre la temporada alta para los cazadores furtivos.

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1 comentario a “El tiempo de los cazadores furtivos”

  1. El 8 de mayo de 2013 Keyser Tenerife ha dicho:

    Ciertamente está siendo una temporada llena de sorpresas y disfrutando torneo a torneo y la llegada de los grandes torneos tras el Masters augura mas diversión.

    Espero que esta semana, el domingo salgan todos los grandes en los últimos partidos.
    Será señal de «día grande» y muchas palomitas.

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