Tradicionalmente, el Sony Open de Hawái ha sido el escenario en que los debutantes del circuito, provenientes de la escuela o el Web.com Tour, hacían su primera aparición en las grandes ligas. El que los mejores del mundo todavía no se adentraran en la más exigente competición, pensando en los majors, les dejaba un hueco en el calendario para ir forjándose en la élite. Esto puede haber cambiado a partir de esta temporada, ahora partida en dos tramos de cada año. Desde el pasado octubre, todos esos rookies han tenido oportunidades en Estados Unidos, Asia o Mayakoba, por lo que llegan más rodados al Waialaie Country Club. Veinticinco de ellos saldrán a competir allí a partir del jueves.
Pero los cambios no han llegado solo para ellos. Muchos jugadores, más asentados en el circuito, han decidido prolongar su calendario de competición hasta bien entrado el nuevo año, dejando sus vacaciones invernales algo más cerca de la primavera. Es el caso de Adam Scott, el hombre de la chaqueta verde, que no reaparecerá en Estados Unidos hasta el Honda Classic (finales de febrero). Estará acompañado en Honolulu por hombres de la categoría de Jordan Spieth, Jason Dufner o Zach Johnson, que busca coronarse como doble campeón en sus dos primeras pruebas de 2014. Se cae a última hora una de las atracciones del torneo, el japonés Hideki Matsuyama, a causa de una lesión en la muñeca. En 2013 jugó siete pruebas, quedando en seis de ellas entre los veinticinco primeros (además de dos top 10 en los grandes) y llegaba con el marchamo de favorito pese a su escasa experiencia previa en el PGA Tour.
Así, el panorama del Sony Open se muestra enriquecedor. Por un lado estarán los rookies, ansiosos por demostrar que son capaces de habitar en la élite; por otro, estarán varios de los mejores del PGA Tour. Esta prueba, sin embargo, no entiende tanto de categorías actuales como de aquellos que sepan adaptar sus sentidos al recorrido donde se disputa desde 1965. En este sentido, dos jugadores destacan por encima del resto entre los que compiten esta semana: Tim Clark y Charles Howell III. El primero ha finalizado segundo en sus dos últimas apariciones allí (2011 y 2013), mientras que el otro ha finalizado nada menos que en siete ocasiones entre los cinco primeros (incluyendo un segundo puesto en 2007 y 2012 y un tercero en 2005 y 2013). Ellos siempre parecen encontrar algo en Waialaie que el resto no ve.
Tampoco que habrá que perder de vista a Russell Henley, campeón defensor con el acumulado más bajo de la historia del campeonato. Su menos veinticuatro batió claramente el resultado de ganadores anteriores como Johnson Wagner (2012, menos trece), Mark Wilson (2011, menos dieciséis) o Ryan Palmer (2010, menos quince). El resto de la temporada de este rookie fue, sin embargo, yéndose a menos, como si se desinflara tras haber finalizado los deberes. Falló siete cortes y solo pudo obtener otros tres top 10.
Es posible que la presencia de algunos de los mejores del circuito haga que el número de birdies se dispare a lo largo de la semana. Johnson ya ganó allí en 2009, Spieth piensa todavía en seguir revolucionando el circuito a base de récords de precocidad, Kuchar nunca parece llegar en mala forma, Dufner es el campeón del PGA, Scott quiere cazar a Tiger en el número uno del mundo…
En definitiva, el Sony Open es una plataforma de lanzamiento para lo que será el resto de la temporada, una antesala de los grandes escenarios. El que gane allí no se asegurará nada de cara al verano, pero es muy probable que se hinche de la misma confianza que Johnson agarró con fuerza Kapalua hace unos días.
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