A pesar de que once jugadores han conseguido su primer major en los últimos catorce disputados, Tiger Woods sigue siendo el número uno en las casas de apuestas para el próximo Open Championship. La época de tiranía que impuso en el golf fue tan memorable que resulta complicado abandonar la idea de que volverá a dar un zarpazo en la siguiente gran cita, que seguimos en los días del Tigre y el resto de contendientes poco pueden hacer para remediarlo. Pero si echamos un vistazo a los números, puede sorprendernos quién es verdaderamente el jugador que ha impuesto una mayor certeza y seguridad en los escenarios importantes.
Después de Bubba Watson, Adam Scott, Webb Simpson, Charl Schwartzel o el propio Justin Rose, el siguiente gran hombre que puede unirse al selecto club de los ganadores de un grande tiene solo 25 años. Su nombre es Jason Day. Este año ya ha sido tercero en Augusta y segundo en Merion, y a pesar de contar con solo un triunfo en el PGA Tour parece convencido de cuáles son sus metas en el golf profesional. Cada vez que llega a un gran escenario, el rostro de este australiano se vuelve más intenso y su mirada en cada golpe desprende la misma concentración que la de cualquiera de los últimos campeones.
En el año 2011, en el Augusta National, Day firmó cinco birdies y seis pares en sus últimos once hoyos para finalizar su primera actuación en un Masters. Su segundo puesto solo encuentra una explicación en los cuatro birdies con los que Schwartzel terminó el torneo; una historia muy similar a la que aconteció en Congressional. Entonces fue McIlroy, que desplegando su última velocidad sentenció el US Open casi con 18 hoyos de antelación. En total, en once participaciones en los majors, Day acumula ya cuatro top 3 y un décimo puesto en el PGA.
Parece imposible que con estos números solo haya conseguido un triunfo en el PGA Tour (Byron Nelson Championship, 2010), pero el número de ocasiones que ha tenido para que llegara el segundo también es impactante para su edad. Desde mayo de 2010, acumula la friolera de veintitrés top 10 en competiciones oficiales.
Son tiempos de máxima rivalidad en la élite del golf, donde en la última jornada de un US Open, junto a Phil Mickelson, se podía ver a Jason Dufner, Billy Horschel, Hunter Mahan, Luke Donald o Steve Stricker, hombres que no han ganado todavía su primer major pero que parecían más que preparados cuando arrancó la última jornada en Merion. De entre todos ellos, Day es el primero si imagináramos una lista de jóvenes promesas aunque, en su caso, parece llevar ya una década peleando con los mejores.
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