Llevaba una temporada J.B. Holmes en la que su nombre andaba por los puestos de arriba en muchos torneos sin premio, incluso se veía luchando por victorias de postín como la del WGC-Cadillac Championship que luego se llevó Dustin Johnson o el Farmer’s Insurance, donde cayó en un cuádruple playoff ante Jason Day. Pero esta vez fue diferente y Holmes se ha llevado un triunfo que había estado mereciendo en este tramo inicial del año.
Sobre todo tras la exhibición dada este domingo cuando firmaba un arrollador 64 (-8) que le llevaba a lo más alto de la clasificación y a esperar la llegada del resto en casa club durante más de una hora con los nervios a flor de piel. Y es que el bombardero de Kentucky salía con seis golpes de desventaja respecto de Jordan Spieth, líder tras la ronda del sábado, pero el vendaval desatado por Holmes en el Golf Club of Houston igualó las tarjetas al final del día. En realidad, tras ver como muchos líderes el domingo con buenas ventajas terminaban perdiendo el torneo esta temporada esto deja de ser sorpresa, pero cierto es que el problema no ha sido de Spieth, sino de los méritos contraídos por Holmes.
A pesar de solo capturar cinco calles desde el tee, el estadounidense sacaba magia con los segundos golpes y los wedges para dejarse constantemente oportunidades de birdie, y si se quedaba en un rango de cinco metros el putter parecía un rifle de precisión para asegurar restar otro golpe en la tarjeta. Le daba igual si había que sacar de búnker, o hacer un golpe lejano desde el espeso rough, o tirar a una complicada bandera en el par 3 del 16 porque todo le salía a Holmes. Sabía que si fallaba desde algún lado saldría otro palo amigo para compensar el error y meter otro birdie en la mochila. Así hasta nueve, incluyendo el brutal inicio en el que restaba golpes en los cinco primeros hoyos.
Un único error en el 17 le impidió haberse llevado el torneo en solitario y finalmente tuvo que acudir a un desempate al que llegaban Johnson Wagner y Jordan Spieth, que a punto estuvo de no entrar al playoff y se tuvo que agarrar a una sacada de búnker excelente y a un putt de cuatro metros milagroso en el 18 para poder firmar el par y unirse a Holmes y Wagner en el desafío final ante la algarabía de sus paisanos.
Sin embargo, tampoco le sirvió para mucho. Spieth caía en el primer hoyo del playoff del que se iba con bogey y Holmes, al que el parón no pareció hacerle mella, se aprovechaba de otro error de Wagner en el segundo compromiso para levantar su cuarto triunfo en el PGA Tour en una victoria que hace justicia a una temporada excelente del pegador estadounidense.
«No me fijaba en los resultados en ningún momento. Solo intentaba hacerlo lo mejor posible y sumar al final de la ronda. Sabía que las opciones pasaban por hacer una ronda muy baja y mi inicio ayudó, pero no esperaba realmente ganar hoy, ha sido una grata sorpresa», explicaba Holmes, que suma su primera victoria tras dos segundos puestos y un top 10 esta temporada.
Esta última ronda ha castigado a Sergio García y a Gonzalo Fernández-Castaño, que han finalizado sus rondas sobre el par. Sergio acababa el torneo con 74 (+2) tras un día de múltiples vaivenes, con un eagle y un doble bogey incluido, pero al que el tramo final donde acumulaba dos errores en las dos últimas banderas le relegaban a la trigésimo séptima plaza. Por su parte Gonzalo firmaba un más uno viviendo una ronda parecida a la de Sergio, ya que al paso por el nueve acumulaba un menos dos en la tarjeta, pero los cuatro errores cometidos en la parte final le llevaron a cuadragésimo segundo puesto final.
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