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Zona Pro

El número 1 se comporta como tal

Carlos Palomo | 26 de mayo de 2014

Los caprichos de la configuración del Ranking Mundial hicieron que Adam Scott llegara hace una semana al número 1 del mundo sentado en su casa. Tras un largo y meritorio camino hacia el mismo, el ascenso al trono golfístico quedaba de esta manera un poco deslucido y es por ello que el australiano decidió jugar la edición de este año del Crowne Plaza Invitational, para disfrutar de su semana, consciente de que una buena actuación de Henrik Stenson o Matt Kuchar podían quitarle su preciado número 1.

El estreno de su nueva condición fue complicado, con un +4 durante sus primeros nueve hoyos del jueves que le hicieron reaccionar para acabar peleando y entregar un meritorio 71 (+1), a seis golpes de la cabeza. A partir de ahí vimos a un cada vez más cómodo y mejor Adam Scott, que llegó el domingo con la calculadora en la mano tras el top ten conseguido por Stenson en Wentworth, consciente de que tenía que acabar entre los 13 primeros en Colonial para mantenerse como el mejor golfista del planeta según el ranking mundial.

¿Nervios? ¿Presión? Scott comenzaba el domingo a dos golpes del concurrido liderato en el que cuatro jugadores compartían el -7 tras 54 hoyos y en apenas dos hoyos le había dado la vuelta a la situación, uniendo su nombre a la lista de colíderes gracias a dos birdies en los dos primeros hoyos. A partir de ahí, la clasificación se volvió loca, mostrando una igualidad inédita este año en el PGA Tour, llegando a haber 21 jugadores en tres golpes en la parte alta con opciones de victoria.

En esta situación de máxima igualdad, cada fallo suponía un gran descenso, por lo que el doble bogey de Adam Scott en el hoyo 9 pudo ser definitivo para las aspiraciones de victoria del australiano. Sin embargo, comenzó a recuperarse con birdies en los hoyos 11 y 12 para rematar a lo grande en el 14 con un putt desde 13 metros con el que se pondría colíder con David Toms. Poco después, en el green del 18, el público reunido en Colonial tenía más motivos para volverse loco cuando Jason Dufner aportaba su dosis de emoción al torneo con otro putt de 8 metros en el 18, poniendo el -9 como referencia en casa club.

Scott tuvo su opción de birdie en el 18 para llegar a -10 pero falló y se aseguraba un puesto en el playoff. Toms no cumplía y se quedaba fuera de un desempate en el que Scott hizo dos birdies en tres hoyos para convertirse en el primer jugador de la historia del PGA Tour en ganar todos los torneos que se celebran en el estado de Texas: HP Byron Nelson, Valero Texas Open, Shell Houston Open y Crowne Plaza Invitational. «El Texas Slam es un buen slam con el que empezar. Ya veremos si puedo conseguir otro slam durante mi carrera».

Después de dejar a Jason Dufner con dos segundos puestos en este torneo en sus últimas tres ediciones, Scott admitió que esta semana había sentido la presión de estrenar y defender su nuevo puesto dominante en el ranking mundial. «Tal vez me metí un poco de presión al intentar jugar como un número 1, pero lo importante es que me he dado cuenta de que eso no significa tener que jugar de manera perfecta. Siento que he jugado como uno de los mejores jugadores del mundo en los nueve segundos.»

Llegó al número 1 sentado en su casa y, en contraste, amplió una semana más su status a lo luchando en el campo y entregando un 66.

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