El mejor resultado de Luke Donald en 2013 es una cuarta posición en el Tampa Bay Championship. No hay mucho más que decir sobre el rendimiento del que fuera número uno del mundo, que a pesar de haber trabajado insistentemente durante el pasado invierno no ha podido traspasar las horas de prácticas al campo de golf. ¿Qué le pasa? Ha sido la pregunta que durante buena parte del año ha acompañado a su nombre. El gran objetivo de su carrera, ganar un grande, parece más lejos que hace unos meses.
Puede que impulsado por esa presión o sabedor de que ya no es un chaval (Luke cumplirá 36 en diciembre), haya decidido dar un vuelco a su carrera. El inglés lleva trabajando desde que acudió a la universidad en Chicago con Pat Goss, en todas las áreas de su juego. A partir de ahora, solo seguirán juntos alrededor de green. La primera opción fue Sean Foley, que entrena a Tiger Woods, Justin Rose, Hunter Mahan, Seung-Yul Noh y también a Lee Westwood desde hace una semanas. Con ese plantel de profesionales, era imposible añadir uno más y Foley le dio un consejo: “Prueba con Chuck Cook”.
Cook ha entrenado a cinco jugadores que, bajo sus instrucciones, han acumulado siete grandes: Payne Stewart (tres), Tom Kite, Corey Pavin y Mark Brooks fueron los primeros. Dufner ha sido el último, en el pasado PGA Championship. A sus 68 años, está lejos de ser un novato en el viejo arte de enseñar, algo que demostró con los consejos que le dio al bueno de Jason antes de que ganara en Oak Hill: “El plan es pegar a la bola mejor que cualquiera y confiar un poco en tu putt”. Su ejecución, por otra parte, fue perfecta.
Si por algo se ha caracterizado Chuck ha sido por saberse adaptarse a todos sus pupilos. A Stewart, por ejemplo, no le gustaba el análisis por vídeo, ya que se consideraba un jugador de sensaciones, mientras que Kite era completamente opuesto y quería mantener todo bajo control. El plan con Donald parece muy claro. Cook quiere restar relevancia a sus manos durante el swing y que el cuerpo trabaje más, un movimiento más similar al de Dufner o al de Hogan.
Sus estadísticas de tee a green esta temporada podrían verse muy agradecidas. Luke ocupa el puesto 59º en precisión con el driver y el 176º en greenes en regulación. Estos cambios suelen llevar su tiempo y no siempre se hacen en la dirección adecuada, pero si Donald consigue volverse más certero en sus tiros a bandera podría volver a rentabilizar su enorme rendimiento con el putter (este año es segundo en este área), como ya sucediera cuando alcanzara lo más alto del Ranking Mundial.
Deja un comentario