Links de Oakhurst, Virginia Occidental. Un hombre vestido con atuendo de 1880 golpea con un putter de la misma época una bola de gutapercha. Este podría ser el inicio de uno de los capítulos de la serie televisiva «Expediente X», en el que Mulder y Scully tendrían que investigar la posible apertura de un agujero en el tejido espacio-temporal, pero la realidad es que ese hombre podría ser perfectamente Tom Johnson, el campeón de este año en el National Hickory Championship.
Mientras se celebraba el US Open la semana pasada con toda la parafernalia propia de un major del PGA Tour, también se jugaba el National Hickory Championship, un torneo que pretende competir en las mismas condiciones en las que se jugaba a finales del siglo XIX. Jugadores de todo el mundo se reúnen desde 1998 para dilucidar en 36 hoyos quién se convertirá en el mejor golfista de “época”.
Todo está cuidado al detalle, empezando por el recorrido, el Links de Oakhurst, que es el campo de golf más antiguo de EE. UU. y en el que se jugó la primera competición reconocida, el Oakhurst Challenge.
Además, tanto las reglas como los materiales son iguales a los que se daban a finales del siglo XIX, como los palos, que deben ser originales de esa época o réplicas aprobadas (las hay disponibles en Oakhurst, no hace falta ser coleccionista para participar). Por ejemplo, las maderas deben tener un mínimo de tres pulgadas de ancho en la parte más estrecha de la cara del palo, o los hierros 9 (denominados niblick) no deben ser mayores de 2 pulgadas de alto y 2,5 de ancho en la zona plana de la cara.
Las bolas que se usan son de gutapercha de compresión baja que proporciona el torneo y los tees se hacen de arena. Además, no se permiten bolsas y los palos se tienen que llevar debajo del brazo, como en 1880. Aunque no es obligatorio, existe un código de vestimenta y se otorga un premio al jugador con el atuendo más apropiado. Podéis comprobar todas estas reglas acerca del equipamiento y la ropa haciendo clic aquí.
En la edición de este año, Tom Johnson se proclamó campeón en el playoff después de firmar 166 golpes una vez jugados los 36 hoyos, esto es, una media de 83 golpes por ronda. Aunque con estos tanteos parezca que el espectáculo estaba más en la parafernalia que en el propio juego, habría que ver a Kaymer enfrentarse a greenes sin rasurar con un putt de madera.
Aquí os dejamos un vídeo que muestra cómo es este torneo.
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