Al finalizar el Honda Classic, Matteo Manassero declaró que el torneo había sido “todo un examen de cara a los majors”. Y no le faltaba razón, porque en el diseño de Nicklaus había greenes duros, hoyos que pedían pensar antes de pegar a la bola y, sobre todo, un grupo de contendientes que a buen seguro coleccionarían victorias a lo largo de 2013. Pero el examen del que hablaba Matteo alcanza esta semana un escalón más en su camino a los grandes, una prueba tan exigente como la del PGA National con un título que buscan los mejores del mundo en su palmarés: el WGC – Cadillac Championship. Solo con nombrar el recorrido donde se disputa se entiende la magnitud del evento. El TPC Blue Monster en Doral se muestra cada año más exigente, y los días en que los profesionales registraban resultados cercanos a los 60 golpes (Stephen Ames tiene el récord con un 61 en el año 2000) han quedado atrás.
Será el primer torneo de la temporada con la suficiente relevancia como para poner a cada jugador en su sitio de cara a las grandes citas. Al menos eso parecen decir los emparejamientos que ha contemplado la organización, juntando para las dos primeras jornadas a Rory McIlroy con Tiger Woods y Luke Donald (los tres primeros del Ranking Mundial), a Sergio García con dos ganadores de un U.S. Open (Webb Simpson y Graeme McDowell), a Lee Westwood con Ian Poulter y Matt Kuchar… Basta con ir leyendo los horarios de salida, uno por uno, para darse cuenta de que no se trata de un torneo más. La lista de ganadores incluyen a Woods (en seis ocasiones), a Rose (el año pasado) o a otros ilustres como Nick Watney (2011), Ernie Els (2004 y 2010) o Phil Mickelson (2009). El tramo de cuatro eventos que desembocarán en el Masters comienza una cuenta atrás, en la que el “Monstruo Azul” promete dar un gran favorito a jugador del año.
Tres españoles entre los candidatos: Sergio García, Gonzalo Fernández-Castaño y Rafael Cabrera-Bello. El primero de ellos comenzó la temporada al mismo ritmo que finalizó la anterior, con un segundo puesto en Catar que hablaba de un jugador con las miras muy altas, que después de diecisiete top 10 en los majors estaba dispuesto a intentarlo una vez más. Después de su primer torneo del año, Sergio se ha mostrado muy sólido en todas sus apariciones (decimoséptimo en Dubai y el Accenture, decimotercero en Riviera) y hasta ahora su peor resultado fue de 73 golpes (mas dos) en una de las pruebas más exigentes de este 2013 (Northern Trust Open). Incluso en sus peores días, el castellonense ha sabido competir, y esta semana afrontará una gran oportunidad de vencer a los mejores, que es el objetivo de cada una de sus temporadas. El nuevo driver de Taylor Made e incluso puede que un nuevo putter son dos variantes que maneja para conseguirlo.
Gonzalo Fernández-Castaño, en palabras de su entrenador, José Carlos Gutiérrez, ha comenzando pegando a la bola mejor que en ninguna otra de sus temporadas en el circuito. Prueba de ello son sus números: fue noveno en Abu Dhabi y consiguió su primer top 10 en un World Golf Championship en el Accenture, donde cayó ante el vigente campeón del U.S. Open. En cuatro pruebas disputadas no ha bajado de los veinte primeros y el principal motivo por el que todavía no ha conseguido luchar por la victoria ha sido que no ha logrado unir una buena semana en todas las áreas de su juego. Cuando los hierros destilaban precisión, el putter se oxidaba, y también al revés. Para él, este puede ser el torneo en el que todas las partes se armonizan.
Parece que el que menos opciones tendrá esta semana entre los tres españoles será Rafael Cabrera-Bello, que tras los fulgurantes inicios de sus dos compatriotas ha quedado relegado a un segundo plano en este inicio de temporada. Pero nada más alejado de la realidad, porque desde que el grancanario venciera en Dubái y liderara el Bridgestone Invitational en 2012 sus miras van más allá de pasar cortes y sumar top 10. Rafa lleva ya un tiempo mirando a Estados Unidos, como bien demuestra su intento de acceder al PGA Tour a través de la Q-School o su incursión en Pebble Beach mediante una invitación, y sus credenciales esta semana en Doral son imponentes: un noveno puesto en el Volvo Golf Champions y cuatro finales entre los 23 primeros en el resto de sus apariciones en 2013. Los campeonatos mundiales han dejado de ser una aventura y el objetivo, ahora, es luchar por el triunfo.
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