Choi, Yang, Bae y Noh. Tras un primer tercio de temporada 2013-2014 del PGA Tour dominado exclusivamente por americanos y australianos en lo que a victorias se refiere, ya tenemos la nota de color con el triunfo de Seung-Yul Noh en el Zurich Classic de Nueva Orleans, que le convierte en el cuarto jugador de Corea del Sur en ganar en el mejor circuito del mundo.
Llegaba Noh como líder y una ventaja de dos golpes respecto a Keegan Bradley a la jornada final. A su favor tenía la exhibición de juego durante los días previos; en su contra, la poca experiencia de verse liderando un domingo en el PGA Tour y tener a un ganador de major como máximo rival. Por si acaso, los expertos en estadísticas añadían algo de presión. Y es que la impoluta actuación de Noh en los primeros 54 hoyos jugados en el TPC Louisiana nos dejaban una preciosa ausencia de bogeys que permitieron saber a los aficionados que ningún jugador había conseguido ganar un torneo del PGA Tour entregando una tarjeta sin bogeys desde Lee Trevino en el New Orleans Open de 1974.
¿Y cómo empezó la primera vuelta como líder en jornada final del 176 del mundo? Pues con bogey en el 1, aunque poco le importaba al surcoreano emular a Trevino y mucho cómo lidiar con una posible remontada de sus rivales. Precisamente, con el birdie de Bradley en el 2, la situación se igualaba en -18 con mucho golf por jugar todavía.
El sábado ya le habían preguntado a Noh lo de «¿nervioso por jugar con Keegan?». La respuesta fue un ejercicio de madurez que obligaba a creer en sus posibilidades. «No hay ningún problema. La temporada pasada fue una gran experiencia para mi juego, especialmente para la parte mental. Mi aspecto mental es mucho más fuerte, así que ya nunca me pongo nervioso».
Dicho y hecho. Siguió a lo suyo manteniéndose aparentemente dominando la situación, haciendo pares hasta que llegó la primera recompensa en el día en el 8 cuando un putt de seis metros le daba el tan esperado birdie. A esas alturas, su compañero de partido Bradley había pinchado con una combinación de bogey-triple bogey en dos hoyos de los que nunca se recuperó, entregando finalmente un 75 (+3) que le hizo caer hasta la octava posición compartida.
Mientras, Noh acumularía birdies y bogeys hasta que acabó cerrando la jornada con un 71 (-1), suficiente para imponerse con dos golpes de ventaja frente a Andrew Svoboda y Robert Streb. En el green del 18 estaban esperándole sus compatriotas Charlie Wi y Y.E. Yang para bañarle en cerveza.
«Ha estado imperturbable, calmado al 100% hoy. Incluso había momentos en los que se reía un poco, y eso que no le había visto reírse en toda la semana», relataba su caddie Scott Stajtinac después de que el jefe ganase este Zurich Classic y una invitación a las próximas ediciones del The Players, PGA Championship y Masters de Augusta en su primer torneo trabajando juntos.
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