El PGA Tour retoma la actividad con un duelo de gigantes a muchas bandas en un escenario, a priori, poco habituado a estos enfrentamientos de alto nivel. Como bien sabrán nuestros lectores, pese a tratarse de un torneo reservado a los ganadores del año anterior, el Hyundai Tournament of Champions era una prueba más renombrada por las ausencias que por las «presencias», pero la tendencia ha cambiado radicalmente este año. De ahí que en Kapalua se vean las caras los dos primeros del ranking mundial, Jordan Spieth y Jason Day, bien escoltados por Zach Johnson, ganador del Open Championship, o Patrick Reed, campeón del año pasado.
A su lado, otras estrellas del PGA Tour de la talla de Dustin Johnson, Bubba Watson, Rickie Fowler y Davis Love III, que tendrá la primera oportunidad de ver de cerca a los aspirantes a pupilos en la Ryder Cup que se celebrará en 2016 en Hazeltine.
Junto a los ya veteranos, hay que destacar en el plantel del torneo la presencia de catorce ganadores de nuevo cuño (Alex Cejka, Fabian Gomez, Emiliano Grillo, James Hahn, Smylie Kaufman, Kevin Kisner, Russell Knox, Brooks Koepka, Danny Lee, David Lingmerth, Peter Malnati, Troy Merritt y Justin Thomas), casi un cincuenta por ciento de los 32 participantes.
Por supuesto, y aunque las «faltas» más notables son golfistas europeos (Justin Rose, Rory McIlroy y Shane Lowry, tres de los cuatro, con Jim Furyk, que no estarán en Hawái), también habrá representantes de nuestro continente en este campeonato inaugural del año, como los ya mencionados Cejka, Knox y Lingmerth, y los más veteranos Padraig Harrington y Graeme McDowell, que podría superar a Shane Lowry en el ranking mundial (y en la clasificación para los Juegos Olímpicos) en caso de ganar.
Por supuesto, las miradas estarán centradas, especialmente, en el primer encuentro entre Spieth y Day, un cruce en el que está en juego el liderato en el ranking mundial. Spieth ya finalizó segundo el año pasado, solo por detrás de Patrick Reed, y su segunda plaza en Australia y la cuarta en el torneo de Tiger en las Bahamas son un buen presagio para afrontar las amplias calles y greens del recorrido hawaiano, el único par 73 que se juega a lo largo del año en el PGA Tour.
Deja un comentario