Con permiso del resto de la concurrencia, especialmente cualificada ya que se trata de los sesenta mejores de la Race to Dubai, parece que el desenlace del DP World Tour Championship se ha convertido en un mano a mano entre Andy Sullivan y Rory McIlroy.
El inglés, una de las sorpresas de esta temporada, busca su cuarta victoria de un año estelar que podría culminar en el cierre de la Race to Dubai, pero para ello tendrá que vencer la resistencia de un Rory McIlroy que está yendo de más a mejor en el torneo y ya solo se encuentra a un solo golpe de Sullivan.
El 65 firmado por el norirlandés en el tercer parcial, mejor tarjeta del día, es un golpe de autoridad y un recordatorio lanzado al aire para todos aquellos que han puesto en duda la pujanza de McIlroy ante las hazañas golfísticas de Jordan Spieth y Jason Day. Además, McIlroy ha conseguido distanciar un poco más a su principal rival en la clasificación de la Race to Dubai, un Danny Willett que lejos de rendirse finalizaba con -4 sus cinco últimos hoyos y se aupaba a la sexta plaza.
Pese a su gran vuelta, McIlroy salía del recorrido Earth del Jumeirah Golf Estates con la sensación de que podía haber arañado algún golpe más.
«He jugado fantásticamente bien. Podría haber empezado con menos cinco en los cinco primeros. Le he pegado a la bola de maravilla», explicaba McIlroy. «Todo me ha funcionado de maravilla y por eso salgo del campo un poco decepcionado, porque ese 65 podría haber sido un 62 o un 61 con facilidad».
Por detrás de Sullivan y McIlroy permanecen a la expectativa el estadounidense Patrick Reed, tercero a tres golpes de Sullivan, y una pareja joven y estelar, el surcoreano Byeong-Hun An y el argentino Emiliano Grillo.
Con respecto a los españoles, Alejandro Cañizares asciende a la decimoséptima plaza con su 70 (-2) del día, Pablo Larrazábal es cuadragésimo, Miguel Ángel Jiménez, cuadragésimo tercero, y Rafa Cabrera-Bello sigue escalando después de su mala vuelta inicial y ya ocupa la cuadragésimo octava posición.
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