El hoyo en uno es el Santo Grial del golf, esa entelequia que puebla los sueños de todos los que han empuñado alguna vez un palo, un honor caprichoso y democrático que en ocasiones bendice a los golfistas más insospechados. Pero Bob Hullender no es de esos jugadores a los que les cae un «as» del cielo, como demostró durante la primera semana de este año.
Según narra Tim Price en su blog Play San Antonio Golf 365, Bob Hullender, laureado golfista amateur que cuenta con innumerables títulos a sus espaldas, rubricó una impresionante hazaña al conseguir dos hoyos en uno y un albatros en apenas cinco días. Las posibilidades de obtener un hoyo en uno para un jugador de hándicap bajo es de 5.000 a 1 (ascienden a 12.000 a 1 si se trata de un hándicap medio-alto) y esa proporción se dispara en el caso de los albatros, una proeza mucho más escasa que los «ases».
Pese a la rareza de la hazaña, a Hullender no le dolían prendas a la hora de evaluarla y descartó de plano el factor suerte.
«No tiene nada de raro. Sabía que tenía el palo adecuado», explicaba el texano, que inició su racha embocando con su primer golpe el hoyo 16 de La Loma, un par 3 de 143 metros, el 3 de enero. Luego, el día 6 cazó su segundo as en el 10 de Brackenridge Park (de 125 metros) y puso el colofón al obtener el albatros el día 7 en el hoyo 18 del Olmos Basin Golf Course, un par 5 de unos 455 metros.
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