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Dominio de las islas en la primera jornada del Vivendi Seve Trophy

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Redacción | 15 de septiembre de 2011

El equipo de Gran Bretaña e Irlanda se ha impuesto con claridad en la jornada inaugural de fourballs del Vivendi Seve Trophy, dominio reflejado en el contundente 4 a 1 que figura en el marcador del recorrido de St-Nom-La-Bretèche.

Pese a la notable ventaja del equipo europeo sobre el papel si se tiene en cuenta el ránking mundial (la suma de los ránkings de los jugadores de Europa continental es 223 “puestos” inferior a la del conjunto isleño), el combinado de Jean Van de Velde se verá obligado a remontar para no sumar su sexta derrota consecutiva en un año especial por el reciente fallecimiento de Seve Ballesteros.

Los isleños han basado su victoria en su dominio de los greenes del recorrido parisino, con Robert Rock, Ross Fisher, Jamie Donaldson y Simon Dyson en estado de gracia, entre otros. El inglés Fisher y el novato escocés Jamieson daban el primer golpe (y qué golpe) ganando por 6&4 a los curtidos Hanson y Jacquelin, sustituto de Álvaro Quirós, mientras que el campeón del KLM Open de la semana pasada, Simon Dyson, tenía que sufrir junto al galés Jamie Donaldson para desembarazarse en el primer partido de la pareja española, Miguel Ángel Jiménez (que dio el golpe inaugural en honor a Seve) y Pablo Larrazábal.

En el tercer partido Hansen y Molinari daban la campanada al imponerse a Westwood, número dos del mundo, y a Mark Foster, en un cruce decantado por el acierto y la garra del menor de los Molinari, mientras que en el cuarto, Manassero y Colsaerts claudicaban en un final agónico ante Clarke y Horsey y en el quinto y último Björn y Noren cayeron con estrépito ante Poulter y Rock, que rozaron el récord de la victoria más abultada en fourballs que está en manos de Miguel Angel Jiménez y José Maria Olazábal, cuando ganaron a Ian Woosnam y Colin Montgomerie por 6 & 5 en 2000.

El viernes 16 se disputa la segunda jornada del Vivendi Seve Trophy, también con cinco partidos de fourballs, y ya solo falta ver cómo maniobra Jean Van de Velde junto a sus pupilos de Europa continental para enjugar la diferencia.