10. Tras el nacimiento de su último hijo en 1958, Palmer se decidió a pasar más tiempo con su familia y pensó que lo mejor que podía hacer era aprender a pilotar. “No te das cuenta de lo grande que es este país hasta que lo conduces”, dijo en alguna ocasión. Lo que no se podía esperar es que tomara con tanto entusiasmo la aviación como lo hacía jugando con el golf; Palmer acumuló a lo largo de los años más de 18.000 horas de vuelo y en 1966 batió un récord mundial al rodear todo el planeta en 57 horas, 25 minutos y 42 segundos, a una media de más de 644 kilómetros por hora.
9. Una de las constantes de Palmer a lo largo de su carrera fue su compromiso con diversas obras sociales. En 1989 fundó el “Arnold Palmer Hospital for Children”, dedicado a los más pequeños, pero también tiene centros para el tratamiento del cáncer en California y Pensilvania.
8. Limonada con té helado. Es la mezcla que en ocasiones Palmer se preparaba en su casa y que, posteriormente, también pidió en los campos de golf. Una señora le vio pedirlo a comienzos de los sesenta y llamó al camarero para decirle: “Quiero un Arnold Palmer. Quiero lo mismo que él”. La empresa acababa de nacer y se puede comprar hoy en día en muchos campos de golf estadounidenses.
7. Una de las mayores contribuciones de Palmer al mundo del golf fue que ayudó sobremanera a su popularización. Junto a Gary Player y Jack Nicklaus, formó “The Big Three”, que supuso toda una rivalidad durante más de dos décadas en los majors. Más allá de la competición, los tres jugadores se llevaban muy bien y todavía colaboran juntos en multitud de obras benéficas.
6. Durante el Masters de 1958, un conjunto de militares de una base cercana acudieron a animar a Palmer con un cartel que ponía “Arnie’s Army” (“La armada de Arnie”), y durante muchos años le siguieron en cada torneo que participaba con pancartas similares. A él se le atribuye el haber sacado por primera vez el golf de las clases altas de la sociedad para llevarlo a las casas de cualquier otra familia en el país.
5. Palmer comenzó a jugar al golf con cuatro años y comenzó a competir también a una edad muy temprana. Construyó su propio swing, conocido por un finish muy alto y por ser capaz de generar una gran potencia en el momento del impacto.
4. Adquirió Bay Hill en 1974 y solo cinco años más tarde consiguió celebrar un torneo del PGA Tour (el llamado ahora Arnold Palmer Invitational).
3. A punto de terminar sus estudios, Palmer dejó el golf tras la muerte de un buen amigo y se alistó en la guardia costera estadounidense, donde permaneció durante tres años antes de volver a jugar. Esto le proporcionó una gran popularidad entre los aficionados, que vieron en él no solo a un joven de gran talento, sino a una persona que se preocupaba por su país. Además de entrar en el Hall de la Fama del Golf por méritos evidentes, ha conseguido la “Presidential Medal of Freedom”, que le entregó George W. Bush en 2004, y en 2012 se convirtió en el sexto atleta de la historia en conseguir la “Congressional Medal of Honor”.
2. Los números de Palmer asustan: 62 victorias en el PGA Tour y 7 grandes. La primera de ellas fue en 1955, su año rookie, y la última en 1971, a la edad de 43 años. Fue nombrado “Atleta de la década” por su rendimiento durante los sesenta, donde ganó 42 de sus torneos, pero sus mejores años fueron entre 1960 y 1963, donde llegó hasta los 28 triunfos, incluyendo un U.S. Open, dos Masters y dos British Open. En 1967 se convirtió en el primer jugador del PGA Tour en acumular más de un millón de dólares en ganancias.
1. La marca Palmer es casi tan conocida como el jugador. “El Rey” fue capaz de trasladar su éxito en los campos a los negocios y es hoy día considerado como el deportista que más éxito ha tenido en los despachos. Restaurantes, diseño de campos de golf, bebidas… Arnold ayudó a fundar “The Golf Channel” y construyó el primer recorrido de China, además de otros doscientos por todo el mundo.
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