Señoras y señores, os escribo desde el Mayakoba Golf Classic pasando un frío aterrador. El jersey se queda corto. A unos metros, fuera, en el campo, tenemos 30 grados pero la cosa cambia en cuanto cruzas la barrera de la sala de prensa, hogar dulce hogar la mitad del tiempo que pasamos mis compañeros de Canal+ Golf y yo esta semana.
Ya nos dimos cuenta de que sería una semana calurosa nada más aterrizar en el aeropuerto de Cancún hace un par de días. También percibimos rapidamente lo volcada que está toda esta zona de Playa del Carmen-Quintana Roo con el torneo del PGA Tour. La eterna espera de maletas tenía lugar bajo la atenta mirada de Johnson Wagner, defensor del título, y de Chema Olazabal, ambos en un cartel publicitario. Es algo que te llama la atención, porque en España es rara la ocasión en la que te encuentras reclamos de este tipo. Se repetirían varias veces a lo largo de diferentes puntos de la autopista que separa el aeropuerto con el campo de El Camaleón.
Primera toma de contacto con el campo, el día del pro-am. Llegas sabiendo que es un torneo del PGA Tour y que vas a encontrarte diferencias con todos los pro-ams que has visto en casa, ya sean del European Tour o de otros circuitos, pero cuando ves cómo tratan a los amateurs desde la organización no puedes creértelo. Los participantes reciben casi una decena de regalos: polos, paraguas, gorras, foto de recuerdo, bolsa de viaje, bolas… y un putter y un par de zapatos cuyo valor de mercado puede superar los 300 euros entre ambos. Increíble. Junta el mejor circuito de golf del mundo con la hospitalidad mexicana y te sale un pro-am como el de ayer.
A pocos metros del registro del pro-am abrimos apetito en el Founders Club de la casa club. Contaré a mis nietos que le cedí las pinzas del buffet a Nick Price para que cogiera unas patatas gajo para desayunar. El 1,70 metros que le otorgaba yo viéndole en la tele se convierten de repente en casi 1,90 en persona. Impone. Creo que es la primera vez que tengo a alguien de Zimbabwe tan cerca. Me echo unas patatas gajo a mi plato y acudo a la mesa.
Aparece José Manuel Lara y se sienta en la mesa con nosotros. Dice que está pero no está. Normal, viene de más de 25 horas de vuelos y escalas desde Nueva Delhi. Las patatas gajo saben ricas mientras escuchas a Lara hablar sobre Gonzalo Fernández-Castaño y las posibilidades que veía a su compañero de Armada de ganar a Tiger. «A Gonzalo se le dan muy bien los campos largos», nos cuenta.
La digestión se hace andando. ¡Cómo se echa de menos la facilidad con la que te suelen dar un buggie en España! En el PGA Tour, no way… El paseo, buscando a los españoles, es ameno. Mayakoba es una gozada visual con mención especial a los hoyos que bordean el mar. Lo primero que te llama la atención al llegar al complejo es lo verde del campo. El chófer de la ‘transportación‘ nos explica que se ve así de brillante porque cortan el césped en forma de diamante. Asentimos sorprendidos a pesar de que por lo menos un servidor no tiene ni idea de lo que implica esta técnica de diamante. Apuntado en la lista de tareas por hacer.
Una vuelta por el campo de prácticas nos hace comprobar que muchos profesionales y sus caddies siguen los pasos de Keegan Bradley en lo que a escupitajos se refiere. Hay momentos en los que el putting green parece el escenario de un ‘Western’ con tanto ir y venir de salivazos. Sí, sí, en pleno green de prácticas a un metro del hoyo. Por lo menos algunos tienen la decencia de hundir la saliva en el césped con el putt. Detallazo.
En nuestra búsqueda de los españoles llegamos a nuestro hoyo favorito. El 15, par 3 expuesto al océano en el que una marca de cerveza ha instalado una grada en la playa para que la gente pueda subir aunque no tenga entrada del torneo. Puede dar juego.
En el 17, ya casi anocheciendo, Olazábal pegaba un golpe demasiado a la derecha y su bola de salida se iba al manglar. Verle enfadarse con sus fallos nos demuestra que sigue siendo el Chema competitivo de siempre. ¡Suerte a él y a los nuestros!
2 comentarios a “Diario de Mayakoba: Nick Price y las patatas gajo”
Jajaja, gracias Carlos, muy divertido tu articulo, me encanta como esta escrito tiene frescura!
Gracias Carlos me encanta, es divertido y escrito con mucha frescura!
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