Un hombre se arrodillaba en el green del 17. En actitud orante, parecía hacer todo lo posible para que el putt de 14 metros que acababa de tirar entrase. La ayuda divina, como no, sería bien recibida. Después de una espera eterna de seis segundos, la bola entró. Kevin Na sacaba el puño ante la maravilla que acababa de ejecutar. Tras un bogey en el 14 con el que perdió el liderato en solitario, en el 17 firmaba su tercer birdie consecutivo para ponerse con -23 en el Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open.
Robert Garrigus, compañero de partido de Kevin Na y Nick Watney, golpeaba amistosamente el hombro de Na en un gesto que podía parecer decir algo así como “vamos Kevin, ahí tienes tu victoria. Tranquilo”. El tercero en discordia, Watney, no estaba para felicitaciones. Con ese putt que acababa de presenciar, ya eran dos golpes de diferencia respecto a Na. Venía de hacer birdie en el hoyo anterior y ponerse a un golpe pero no contaba con el ansia de victoria de Kevin Na.
Un ansia que se ha ido acumulando cada vez que este estadounidense de orígen surcoreano ha estado cerca de la victoria. Dos veces segundo clasificado y cinco veces en el tercer puesto eran hasta ahora sus máximos logros en sus ocho temporadas en el PGA Tour, pero entonces, amigos, llegaron las Fall Series.
Una vez más, las Fall Series demostraron ayer que no son la hermana fea del PGA Tour. El final del Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open fue de los que hacen vibrar al espectador en su casa, de esos que te obligan a quedarte ‘un poquito más’ en detrimento de las horas de sueño. Y además, incluyó un record. El 65 de Na fue el último paso hacia el resultado total más bajo de la historia del torneo.
“Me sentía a gusto. Tal vez porque estoy en casa, en mi campo, pero sobre todo porque creía que sin duda estaba preparado. Mentalmente preparado y físicamente preparado. Era la hora de ganar”, explicaba el orgulloso ganador.
La cruz de la historia es Nick Watney, que con un tímido 67 se dejó por el camino la que hubiera sido la tercera victoria de la temporada. “Es decepcionante, pero veré qué he aprendido e iremos a por el siguiente”. La lección que Watney tiene que aprender tal vez tenga que ver con su frenético calendario de final de temporada.
Con su participación en el Justin Timberlake, Watney acumulaba siete torneos en apenas nueve semanas y tan solo dos top ten en ese periplo. Cifras muy diferentes al periodo enero-julio, con 15 torneos, 8 top ten y dos victorias. En su agenda, eso sí, aparece como próximo torneo el World Golf Championships – HSBC Champions a principios de noviembre.
No tan arriba también hubo alegrías en la clasificación. Gracias sus finales, varios jugadores se meten en la burbuja de los 125 de la lista de ganancias que renovarán su tarjeta y otros se acercan al objetivo. Acabados ambos en el quinto puesto, Tim Herron pasa del 105 al 95 y David Hearn del 129 al 108. El ex número 1 del mundo David Duval avanza siete puestos hasta el 145º tras finalizar 23º en el TPC Summelin.
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