El desenlace del Open ha sido cuestión de canas y ganas. Con este sencillo juego de palabras podríamos resumir a vuelapluma lo sucedido en el 140º Open Championship de Royal St. George’s en el que se ha impuesto el norirlandés Darren Clarke demostrando que la veteranía sí es un grado y que nunca es tarde para perseguir un sueño.
Con casi 43 años, Darren Clarke se convierte en el jugador más veterano que gana un Open desde Roberto de Vicenzo, mítico golfista argentino que se impuso en Hoylake en 1967 cuando ya contaba con 44 años.
Para ello, Clarke ha demostrado una gran sangre fría en momentos críticos de la vuelta, algo impropio de este norirlandés rebosante de genio (en sus dos acepciones; talento y carácter). Solventó los tres primeros hoyos con tres putts (uno para birdie, los otros dos para salvar pares decisivos), fue capaz de responder al eagle de Mickelson en el hoyo 7, con el que le igualaba en la cabeza de la clasificación, con otro poco después, y mantuvo la calma con una gran racha de pares mientras sus rivales iban cayendo poco a poco cual fruta madura.
Si el sábado era Clarke el que sufría con el putter y desaprovechaba muchas opciones, en esta ocasión eran sus rivales los que iban marrando en los movidos greenes de Royal St. George’s y llegaba al tramo final de la vuelta con el torneo controlado y apuntándose dos anecdóticos bogeys en los hoyos finales.
Al final, Clarke ha acabado imponiéndose con -5 y tres golpes de ventaja sobre Phil Mickelson y Dustin Johnson, y cuatro sobre el danés Thomas Björn, que no ha estado lejos de devolverle a Royal St. George’s lo que este campo le arrebató hace 8 años, mientras que el inglés Tom Lewis se ha hecho con la medalla de plata al mejor amateur tras batir al estadounidense Peter Uhlein.
Con respecto a los españoles, aunque les dedicamos una crónica aparte, cabe destacar el magnífico papel de Sergio García, que incluso nos hizo soñar tras comenzar con -4 en los 7 primeros hoyos, y que ha acabado noveno a siete golpes de Clarke tras firmar la mejor vuelta del día (-2). Miguel Ángel Jiménez y Pablo Larrazábal se toparon con la cara más amarga del Open en esta jornada decisiva y acabaron en el los puestos 25 y 30, tras entregar tarjetas de 78 y 75 respectivamente.
Clarke regresa por la puerta grande a la élite mundial después de los numerosísimos avatares que ha sufrido a lo largo de su vida, tanto dentro como fuera de los campos de golf, y se mete en el puesto 30 del ránking mundial. Además, Clarke consigue la tercera victoria en un major de 2011 para los representados por Chubby Chandler, representante de moda y mandamás de ISM, que se queda a un solo paso de conseguir su particular “Chubby Slam”. Seguro que esta noche lo celebrará junto a su representado y a todos los miembros de su “cuadra” en una fiesta donde apostamos a que correrá la Guinness y abundarán los puros.
Deja un comentario