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Con un pie en octavos

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Enrique Soto | 16 de mayo de 2013

Tras la primera jornada del Volvo World Match Play Championship, el vertiginoso diseño de Gary Player, Thracian Cliffs, ha quedado al descubierto. Detrás de los hoyos dibujados a través de acantilados, superpuestos unos sobre otros con grandes desniveles de altura y con el mar Negro presidiendo el espectáculo, se esconde un recorrido corto, estrecho y ondulado. Nada que los grandes pegadores adoren en exceso y un territorio en el que los que van más rectos se pueden gustar con hierros cortos en prácticamente todos sus segundos golpes. Si el viento no sopla, este campo puede llegar a ser muy vulnerable.

Si lo hace el resto del torneo con la intensidad de estos primeros enfrentamientos los partidos se decidirán a base de aciertos. Valga como ejemplo el partido de Gonzalo Fernández-Castaño, que se enfrentaba al ganador del Abu Dhabi HSBC Golf Championship, Jamie Donaldson. El galés firmaba un vuelta de menos uno por los nueve primeros hoyos del recorrido y ya se encontraba tres abajo, gracias a los cuatro birdies del español. Gonzalo fue capaz de situarse en buena posición en cada hoyo y se produjo un gran puñado de oportunidades de birdie. Una más convertida en el 11 le daba una ventaja de cuatro hoyos con solo siete por jugar, pero Donaldson todavía no había dicho su última palabra. Le bastó con dos birdies más para recortar la diferencia hasta solo uno, que finalmente se mantuvo durante el 17 y el 18.

La victoria del madrileño le sitúa primero en su grupo y mañana se enfrentará a Brett Rumford, que tendrá que afrontar dos partidos. Puede que incluso ya esté clasificado para la siguiente fase, ya que si Donaldson no gana no podrá alcanzarle. El primer y segundo clasificado de este grupo (Gary Player) se enfrentarán con los correspondientes del de Woosnam, conformado por Branden Grace, Nicolas Colsaerts y Kiradech Aphibarnrat. Fue un pobre comienzo el del campeón defensor, que se movía con más soltura en la edición pasada en Finca Cortesín. A Grace la bastaron cinco birdies en sus ocho primeros hoyos para coger una ventaja que no soltaría en el resto de su vuelta, finalizando con un contundente 4&3. Los dos aciertos de Nicolas no le hubieran valido para ganar a nadie. Mañana tendrá que vérselas con el vencedor del Maybank Malaysian Open.

La principal sorpresa de la jornada fue, sin embargo, la derrota del rey del match play, Ian Poulter. Justificada por una parte debido a unos problemas estomacales, pero chocante de todos modos verle sufrir en un uno contra uno. Ian fue de más a menos, empatando su partido a mitad de vuelta y cediendo lentamente a medida que le abandonaban las fuerzas y la precisión, hasta un 3&2 para el tailandés. Mientras Thomas Aiken espera en la recámara, Peter Hanson hizo bueno su papel de favorito en el grupo de Arnold Palmer, imponiéndose por 2&1 a George Coetzee, en el partido más pobre del día. Ambos no estuvieron nada certeros en los greenes, más lentos que los que se juegan en América, y fueron ganando los hoyos a base de pares e incluso bogeys. Shane Lowry espera estar a la altura mañana, contando además con un triunfo este año que puede darle mucha confianza. El damnificado en el Accenture Match Play se llamaba Rory McIlroy.

Carl Petterson aplacó el entusiasmo que levanta Thorbjorn Olesen a base de contundencia. Sin hacer mucho ruido y caminando desde cada calle hasta su respectivo green, firmó cuatro birdies que le bastaron para dejar al joven danés sin opciones. Temporada irregular la suya, pero comprensible si tenemos en cuenta su apretado calendario, a camino entre Estados Unidos y Europa, y la gran variedad de campos a los que se está enfrentando. Solo dos aciertos en su tarjeta le hicieron perder por 4&3. Al otro lado del cuadro, en el grupo de Greg Norman, Francesco Molinari se impuso a Henrik Stenson gracias, en parte, a una gran racha de birdies entre los hoyos 2 y 5. Tras ese chispazo se dedicó a una labor que ejecuta a la perfección: contemporizar y no meterse en problemas. 2&1 para el italiano, mientras Felipe Aguilar espera dar la sorpresa mañana.

G-Mac se deshizo de Chris Wood con la brillantez que lleva mostrando toda la temporada, y que además de llevarle a la victoria en el RBC Heritage le ha valido ya unos cuantos top 10. Empieza a recordar el norilandés al hombre que ganó el U.S. Open, sólido como una roca en sus golpes largos y certero como nunca en los greenes. Cuatro birdies suyos, incluyendo dos en los hoyos definitivos, le dieron el triunfo por 5&3. Por su parte, Bo Van Pelt y Richard Sterne disputaron uno de los partidos más entretenidos del día, personificando todo un tiroteo a base de aciertos que finalizó en empate. Entre los dos, consiguieron trece birdies y un eagle, dejando la sensación de que bien podrían haber vencido a cualquier otro si no llega a ser por su mutua inspiración.

Resultados completos y clasificación por grupos