Ganó aquí en 2012, quedó segundo tras perder en playoff contra Jordan Spieth la temporada pasada y ayer empezó firmando cuatro birdies en los cinco primeros hoyos. Zach Johnson escribió ayer una página más del particular idilio que vive con el John Deere Classic y la sede del mismo, el TPC Deere Run, tras subirse a lo más alto de la clasificación después de entregar un 63 (-8) con el que colidera junto a Rory Sabbatini y Brian Harman.
El arrollador comienzo del americano, que acumuló sus ocho birdies del día en los primeros once hoyos, hizo que inevitablemente apareciera en su mente el número mágico. Paul Goydos ya lo consiguió aquí en la primera jornada de 2010 y tras el birdie de Johnson en el 11, el propio jugador pensó en un posible 59. «Se me pasó por la cabeza, pero muy brevemente. No quiero decir que debería haber hecho un 61 o un 58, 60 o 59. Pero sí que tuve una oportunidad».
Y tanto. Sin embargo, con ocho hoyos por jugar, Johnson solo fue capaz de acumular pares hasta el final de la vuelta. El driver siguió funcionando (100% de calles cogidas) y su juego de hierros también mantuvo el nivel anterior (83,3% de greenes), pero el putt se enfrió. Aún así, el chaqueta verde se mostraba satisfecho con esta primera vuelta, la mejor en sus doce visitas al campo, tras una racha de torneos «un poco aburrida».
Junto a él, asumiendo el coliderato a un golpe de ventaja de los cuartos clasificados, se encuentra un Sabbatini que tampoco firmó bogeys en este comienzo en TPC Deere Run y Harman, quien desde el 11 al 17 firmó seis birdies y un bogey.
En una jornada en la que 79 jugadores firmaron vueltas por debajo del par, Gonzalo Fernández-Castaño comenzó entregando un 71 (par) con la que ocupa la 80ª posición. Parecía que iba a ser un gran día cuando el madrileño arrancaba birdie-birdie en los dos primeros hoyos, pero dos fallos en los hoyos 4 y 9 hicieron que pasara por el ecuador del recorrido al par.
La situación se le complicaba por los nueve segundos cuando llegó a ponerse +2 en el día, aunque lejos de tirar la toalla, luchó y obtuvo su recompensa. Cogió el par 5 del 17 de dos golpes para firmar su cuarto birdie del día y remató la faena con un gran tiro a tres metros del hoyo en el 18 para acabar igual que empezó, con dos birdies consecutivos.
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